El presidente Mauricio Macri llegó este mediodía al Hotel Fairmont Le Manoir Richelieu, en Charlevoix, en las afueras de Quebec, Canadá , donde tuvo un cargada agenda como invitado de la cumbre de líderes del G-7.
Al mediodía canadiense (13 en la Argentina), Mauricio Macri se encontró frente a las cámaras -en un video transmitido en vivo a través de la cuenta de Facebook del mandatario- con Trudeau, con quien compartió sonrisas, un abrazo y un apretón de manos bajo el sol de Charlevoix.
Antes de ese momento, tuvo un breve encuentro con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde , que terminó por reemplazar a la reunión agendada para la tarde, y al que luego ella calificó como "muy constructivo".
Según un comunicado del Fondo, la directora del organismo reiteró tras el encuentro su apoyo al programa de ajuste del Gobierno anunciado junto al acuerdo por el crédito de 50 mil millones de dólares para el país. "Consideramos que el plan económico de las autoridades fortalecerá la economía argentina a corto plazo y estimulará el crecimiento y la creación de empleo de cara al futuro. Como ya he señalado, la protección de los pobres y los más vulnerables es un componente crítico del plan, enfoque que cuenta con todo mi apoyo", dice el texto.
El Presidente dialogó además durante la jornada, al margen de las sesiones, con los primeros ministros de Reino Unido, Theresa May ; de Japón, Shinzo Abe; y de Vietnam, Nguyn Xuân Phúc. Además, se reunió con el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría.
Según fuentes del Gobierno, el breve contacto de Macri con Theresa May "salió bien" y la premier británica se mostró "distendida, atenta y amable".nSegún se pudo saber, el Presidente habló con May sobre la reciente visita del jefe de Gabinete, Marcos Peña , al Reino Unido y de la "marcha positiva" de la relación bilateral.
Además, acordaron avanzar en las reuniones del G-20, que este año preside la Argentina, con una "agenda posible de comercio", a la luz de las diferencias que quedaron expuestas en el G-7 a partir del reclamo de los Estados Unidos por reducir aranceles. Macri manifestó su apoyo a la propuesta británica y enfatizó que el esfuerzo "superior" corresponde a las grandes economías y que la Argentina servirá como "puente" para alcanzar acuerdos.
Tras la tradicional foto de familia que agrupa a los participantes, el mandatario mantuvo una reunión bilateral, como estaba previsto, con la canciller alemana, Angela Merkel . Conversaron sobre el G-20 -Alemania fue el país anfitrión el año pasado-, la relación bilateral, las inversiones alemanas en el sistema de Participación Público-Privada (PPP) y en licitaciones ferroviarias. Además, acordaron seguir adelante en estos 60 días para lograr el dilatado acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. También abordaron temas de la política latinoamericana, con un foco especial sobre Venezuela.
Tras arribar esta mañana al aeropuerto Jean-Lesage, Macri se trasladó al palaciego hotel Château Frontenac, en la cima del barrio histórico de Quebec, y luego partió rumbo a Charlevoix, en las afueras de la ciudad.
El presidente argentino llegó para la segunda y última jornada de la cumbre como invitado especial del anfitrión, quien preside interinamente el G-7 y libra una contienda retórica con el norteamericano Donald Trump por el comercio entre ambos países, que en un sólo día mueven el equivalente a lo que Argentina comercia en un año con Canadá.
Por la noche, el jefe de Estado tuvo su última reunión bilateral: fue con el anfitrión de la cumbre, Justin Trudeau . Los temas que ocuparon el encuentro fueron el G-20 -que reunirá a sus líderes en noviembre próximo en Buenos Aires- y el intercambio comercial entre ambos países. Además, ambos líderes recordaron la visita del premier canadiense a la Argentina en noviembre último.
Aquella química entre ambos se volvió a ver en esta ocasión. Después de la bilateral, Macri y Trudeau y sus mujeres, Juliana Awada y Sophie Grégoire, salieron a caminar por los jardines del pintoresco hotel de Charlevoix que fue sede de la cumbre.
Esta es la primera vez que un presidente argentino es invitado a la Cumbre del G-7 y se debe, en gran medida, a que la Argentina asumió este año la presidencia del Grupo de los 20 . La cumbre de líderes del G-20 será a fines de noviembre en la ciudad de Buenos Aires.