El futuro ministro del Interior, Rogelio Frigerio, adelantó ayer que el próximo gobierno avanzará en la emisión de un nuevo billete de 500 pesos en el que expresó que le gustaría que esté la figura del expresidente Arturo Frondizi, de quien Mauricio Macri es un fuerte admirador por su espíritu desarrollista.

El titular del Banco Ciudad advirtió que su implementación está sujeta al tiempo que tarden en conseguir papel y en los plazos de impresión, pero destacó que si tuvieran estas certezas lo sacarían en enero.

Para el Presidente electo ‘hoy tenés que llevar montones de billetes para pagar cuentas que antes pagabas con 100, y eso hay que resolverlo‘. Sin embargo, fue más cauto que su ministro en cuanto a los tiempos: ‘Esas cosas pueden llevar meses’, añadió.

‘Soy proclive a tener un billete de 500 y si tiene la figura de Arturo Frondizi, mucho mejor‘, sentenció Frigerio, cuyo abuelo y homónimo fue el fundador del desarrollismo junto al expresidente.

Frigerio remarcó que ‘todo hace a la lógica de tener un nuevo billete‘, en función de la inflación acumulada desde el lanzamiento del billete de cien pesos y los problemas de logística que derivan del transporte de caudales y el abastecimiento de cajeros automáticos.

La administración kirchnerista se negó sistemáticamente durante todo su ciclo a avanzar en la emisión de un billete de mayor denominación al de 100 pesos, a pesar de que la cantidad de esos billetes en circulación triplica por sí sola a todas las restantes denominaciones sumadas.

La cantidad de billetes de 100 pesos en circulación supera las 3.800 millones de unidades, en tanto los billetes de 2, 5, 10, 20 y 50 pesos no superan los 1.250 millones.

Si bien los funcionarios manifestaban que ‘no era necesario‘, para los críticos la razón primaria era no convalidar la existencia de una alta tasa de inflación.

Para establecer una medida del deterioro del poder de compra y de eficiencia del billete de 100 pesos cabe marcar que en 2003 con 100 pesos podían adquirirse unos 20 kilos de asado (a un precio promedio de $5) mientras que en 2015 apenas se puede comprar algo más de un kilo.

Aunque rechazó la posibilidad de confeccionar billetes de mayor rango, CFK lanzó series diferenciadas de papeles de 50 pesos, en este caso con imagen alusiva a las Islas Malvinas, y de los de 100 pesos, con un homenaje a Eva Duarte de Perón. Entre las razones básicas que se esgrimían para el pedido de otro billete, aparecía las complicaciones para hacer operaciones de altas sumas y principalmente el manejo del dinero por cajeros automáticos. Estas máquinas no estaban preparadas para poder almacenar la cantidad de billetes necesarios para satisfacer la demanda del público que mes a mes accedía a mayores montos mínimos de extracción dada la alta inflación y los aumentos salariales.