El presidente Mauricio Macri recibió ayer por la mañana en la Casa Rosada a su par de EEUU, Donald Trump, en un encuentro previo a la apertura formal de la cumbre del G-20, en el que le agradeció "el apoyo" de su país en "momentos difíciles" por la crisis argentina. Además, debatieron sobre comercio y seguridad, el nuevo rol de China en la región y la situación en Venezuela.
La charla entre los dos mandatarios transcurrió durante 45 minutos en el despacho presidencial de la Casa Rosada, en un clima caracterizado por la buena sintonía que existe entre ambos debido a la vieja relación que mantienen desde la década del 90, cuando formaban parte del mundo de los negocios.
La vocera de Trump, Sarah Sanders, indicó en su cuenta de Twitter: "Gran discusión sobre comercio, China, crecimiento económico y Venezuela".
Al término de la reunión bilateral, la primera que mantuvo Macri en la jornada de ayer, la misma vocera emitió una polémica declaración en la que afirmó que en el encuentro entre ambos se había aludido al nuevo rol del gigante asiático en la región como "la actividad económica depredadora de China".
La charla de ambos presidentes duró 45 minutos en la Rosada.
Horas más tarde, el canciller argentino Jorge Faurie le restó importancia a este comentario, consultado por periodistas, al expresar que "no se había hablado en esos términos" sobre China.
Antes de la reunión bilateral a puertas cerradas, los dos presidentes se prodigaron elogios mutuos en breves declaraciones a los periodistas en el salón Blanco. Trump ponderó la relación personal que lo une con el presidente argentino y con su padre Franco "desde hace muchos años", definió a Macri como "un gran amigo" y lo felicitó por el "excelente trabajo" que lleva adelante para la recuperación de la economía argentina.
Macri valoró el respaldo de EEUU en las negociaciones para alcanzar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y calificó como "enorme" el respaldo de ese país en momentos "difíciles" como el que atravesó este año la Argentina en materia económica.
A puertas cerradas, se habló de avanzar en acuerdos comerciales y entre ellos la relación con China y su nuevo rol en la región, además de Vaca Muerta y la posibilidad de futuras inversiones estadounidenses en el área de energía, así como las exportaciones de carne y de limones fueron algunos de los temas centrales que abordaron los jefes de Estado.
En la primera visita oficial que realiza a un país latinoamericano desde que es presidente, Trump arribó a la Casa Rosada con más de 20 minutos de demora y en medio de un fuerte operativo que obligó a restricciones en la circulación vehicular.
Con un fuerte apretón de manos, Macri dio la bienvenida a Trump en la explanada que da a la calle Rivadavia. "Tardé 30 años en convencerte de que vengas a la Argentina", le expresó a Trump.
"Conozco a Mauricio desde hace mucho tiempo, era un hombre muy guapo, hicimos negocios con su padre en la época en que yo era solamente un ciudadano civil sin saber que su hijo se convertiría en presidente de Argentina", declaró Trump desde el Salón Blanco.
"Tenemos mucho de qué hablar: de comercio, de cuestiones militares", expresó Trump en inglés a los periodistas, en una transmisión que se realizó sin traducción al español debido a lo improvisado del encuentro, ya que no estaba prevista una declaración conjunta.
De hecho, Trump decidió quitarse los auriculares que le colocaron para la traducción. "Te entendí más a ti que a este aparato", le dijo a su par argentino. Los presidentes no formularon declaraciones al término de la reunión. Luego, Trump se retiró rumbo al predio de Costa Salguero, en la ciudad de Buenos Aires, donde se realizó la apertura oficial de la Cumbre de los 20 países más industrializados (G-20), cuya agenda oficial arrancó ayer y termina hoy. Télam