Hoy viernes, el presidente Mauricio Macri tiene previsto firmar un decreto que deja sin efecto el decreto 443, sancionado por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2011, que habilitaba el uso de las listas colectoras, con lo cual quedará clausurado el uso de esta herramienta electoral. También quedarían fuera de carrera las candidaturas múltiples. Sin embargo, no será fácil que el plan de Macri pase el filtro de la Justicia ya que desde la oposición ya anticiparon que ni bien se conozca el decreto, habrá amparos para pedir que se lleve a la práctica.
Este mecanismo que habilitó por decreto CFK en 2011 tenía un único fin: beneficiarse.
Por ejemplo, esta herramienta le permitió a Martín Sabbatella ser candidato a gobernador ese año por fuera del Frente para la Victoria, enfrentando a Daniel Scioli, pero "colgado" de la boleta presidencial de Cristina. Este caso se replicó en toda la provincia de Buenos Aires, es decir muchas listas fuera del PJ le sumaban votos a la candidatura presidencial de Cristina.
Si esta medida de Macri no es frenada por la Justicia, podría tener un gran impacto en las elecciones presidenciales del 27 de octubre. Esta herramienta empezó a desplegar mediáticamente el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, para lograr la unidad del PJ sin importar el candidato a Presidente. Con este plan, por ejemplo, Martín Insaurralde o Axel Kicillof podrían ir como candidatos únicos a gobernador por la provincia de Buenos Aires, llevando la boleta de Argentina Federal (peronismo anti K) y la de Cristina Fernández sin mayores inconvenientes. Sin esa posibilidad será un golpe duro para los opositores de la gobernadora María Eugenia Vidal que buscará su reelección.
El principal argumento del Gobierno para eliminar las listas colectoras es que tiene un "efecto nocivo", además de confundir y distorsionar la voluntad del elector, y para sostenerlo se apoyan en las reiteradas observaciones de la justicia electoral, los académicos y las organizaciones civiles en ese sentido.
"Las colectoras generan confusión en el electorado e inequidad entre los competidores, por lo cual resultan un elemento distorsivo de la voluntad popular. El uso de las colectoras afecta seriamente la calidad del proceso electoral. Es por eso que su eliminación fue una decisión inequívoca del gobierno de Cambiemos desde el inicio de la gestión", señala uno de los borradores que circulan en el oficialismo sobre el tema.
En los argumentos, se recuerda además que la eliminación de las colectoras fue "apoyada por una amplia mayoría en la Cámara de Diputados", como uno de los puntos principales dentro del proyecto de reforma electoral que motorizó Cambiemos.
Efectivamente, en esa oportunidad votaron a favor del proyecto el peronismo no kirchnerista, el socialismo y el GEN, además de Cambiemos, entre otros partidos, y la iniciativa obtuvo 152 votos a favor. Sin embargo, en el Senado nunca fue tratado, y perdió estado parlamentario en el respectivo período legislativo.
"A partir de ello, el presidente decidió usar sus facultades reglamentarias para asegurar que el próximo proceso electoral se vea exento de este tipo de artilugios que tienden a confundir al elector", dicen los argumentos del borrador oficial.
El decreto no modifica en nada el régimen electoral que está en la Constitución, ya que solo se trata de una modificación al decreto que estableció Cristina Fernández de Kirchner en 2011 para la reglamentación de las PASO.