Mauricio Macri dio comienzo oficial a las sesiones ordinarias del Congreso Nacional con un discurso cruzado por la economía. El Presidente llegó hoy envalentonado al Congreso por una serie de datos positivos que se dieron a conocer ayer en materia de trabajo y crecimiento económico. Pero estos datos se enfrentan a una inflación de febrero que algunas fuentes anticipan en 2,4%, con lo cual el acumulado para el primer bimestre sería de 4,2%.
 

 

Macri dijo que “lo peor ya pasó”, habló de inflación y déficit y prometió nuevas leyes de fomento al ahorro, telecomunicaciones y salario igualitario.
 

Definiciones sobre la economía del país:
 

“Estamos combatiendo la pobreza para que nadie quede atrás”.
 

“Elegimos el cambio con gradualismo. Tenemos metas para bajar la inflación y bajar el déficit, vamos a dejar de endeudarnos y va a haber inversiones porque nos volvemos un país confiable”.

“No podemos gastar más de lo que tenemos. Nos pusimos de acuerdo con los gobernadores para ordenar la relación con las provincias. Llegó el momento de ser serios con las cuentas fiscales”.
 

“Otra de las prioridades es que todos los argentinos puedan acceder al crédito y ahorrar. Estamos viviendo un boom: decenas de familias compraron sus casas con una cuota más baja que el alquiler que pagaban. 3 millones de familias tomaron créditos en Anses para refacciones o para conectarse a la red de cloacas”.
 

“Mejoraron las posiciones y calificaciones del índice de Transparencia Internacional, pasamos del puesto 197 al 86 en dos años, es la primera vez que mejora 21 posiciones”.
 

“Todo esto fue posible porque la inflación está bajando. La inflación del 2017 fue menor que la del 2016, la de este año va a ser menor y la del otro aún menor”.
 

“Le pedimos al Congreso que tenga la Ley de Financiamiento Productivo entre sus prioridades para este año, para darle más herramientas de ahorro a los argentinos”.
 

“La desocupación está bajando, la cantidad de trabajadores registrados aumentó en casi 270.000, pero 1 de cada 3 trabajadores está en la informalidad y no porque quiere”.
 

“No podemos permitir más que una mujer gane menos que un hombre. No es justo, no está bien. Y según el Indec son diferencias que llegan al 30%”.