El presidente Mauricio Macri transmitió ayer “todo el apoyo” del Gobierno nacional a los familiares del cadete policial muerto en La Rioja como consecuencia del enorme esfuerzo físico al que fue sometido en su primer entrenamiento, sin agua y bajo golpes y humillaciones.
El padre de Emanuel Garay, Roque, y su hermano Adrián, pidieron al presidente que se profesionalice la instrucción a los cadetes policiales, y que el Gobierno se involucre en la investigación del homicidio, para que “nadie quede impune”.
En este sentido, la familia Garay se llevó del encuentro en Casa Rosada la promesa del Gobierno de que nombrará un veedor para que supervise el proceso penal y la decisión de proponer cambios en la instrucción de las policías provinciales, no solo en La Rioja.
“No puede ser esto que ocurrió a mi hijo. Lo dejamos bien y sano a las cinco de la mañana y a la tarde lo estábamos llorando”, señaló el padre del cadete, también policía, al asegurar que “en ningún lugar del mundo se instruye de esta forma, con golpes y sin darles agua”.
Roque confirmó que su hijo falleció por un colapso general producido por deshidratación ya que los instructores lo tuvieron “bailando”, como se denomina el castigo mediante ejercicios físicos en las fuerzas armadas y de seguridad, durante nueve horas con 42 grados de temperatura.
“Esto no es ningún entrenamiento, esto ha sido una tortura” definió el padre de Emanuel y señaló que “no fue uno sino 17 cadetes lo que se desvanecieron”.
“Al señor presidente le pedimos garantía de justicia, para que se esclarezca y se llegue a fondo en el crimen de mi hijo, para que su alma pueda descansar en paz y para que los responsables sean condenados”, sintetizó Roque.
Macri “nos dijo que tenemos todo el apoyo del gobierno para que se esclarezca el crimen”, añadió. En la reunión también estuvieron presente el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“Esto no puede volver a pasar, en ninguna escuela”, recalcó Roque y reclamó el listado de los cadetes presentes en el ejercicio en el que murió Emanuel y que, según el padre de la víctima, la Escuela de Policía de La Rioja aún no ha aportado.
“Nos vamos conformes pero faltan decisiones -insistió el padre de Emanuel-: ha sido desplazado el jefe de policía y el secretario de Seguridad, pero la plana mayor está intacta”. “Cuando un jefe de policía renuncia, la plana mayor se va detrás”, dijo Pérez, quien prometió regresar a Casa Rosada. Télam