En lo que fue el último gran acto frente a la tropa que los acompañó en su aventura presidencial, Mauricio Macri avisó ayer que está lejos de colgar los guantes de la política y que se va del gobierno "con la conciencia tranquila las manos limpias". El mandatario, que dejará el cargo el 10 de diciembre, lanzó una frase que resonará dentro y fuera de Juntos por el Cambio: "Y para todos aquellos que me viven preguntando si me voy a retirar de la política, les digo que no me voy a ningún lugar. ¡Hay gato para rato!", advirtió Mauricio Macri. El mensaje fue claro, con el 40 por ciento que cosechó en las elecciones el Presidente pretende erigirse como el máximo referente o jefe de la oposición a partir del 10 de diciembre.
Macri agregó que Juntos por el Cambio ejercerá una oposición "inteligente, constructiva y responsable", al tiempo que reconoció que su administración ha tenido "aciertos y desaciertos" pero que logró impulsar "transformaciones muy importantes y trascendentes", y que la "más importante" fue "haber despertado a millones de argentinos y recuperar la esperanza de que sí se puede".
Del mismo, Macri aprovechó la reunión de gabinete ampliado en el Centro Cultural Kirchner (CCK) para dejar otro mensaje que encaja con los valores que más se rescataron entre sus seguidores en el último tramo de campaña con las plazas del "Sí se puede’: Macri afirmó que su gobierno actuó "con honestidad" y "se va a casa con la conciencia tranquila y las manos limpias", después de haber conseguido "transformaciones muy importantes y trascendentes".
Al hablar en la reunión de gabinete ampliado en el Centro Cultural Kirchner (CCK), el primer mandatario le dijo "gracias de corazón" a los miembros de su gobierno allí presentes y resaltó el "desafío de cambiar la vida de los argentinos, dejando atrás años de abandono".
Macri dijo que sentía "una enorme satisfacción, porque de verdad hemos logrado algo sólido, constructivo, potente, con todos en la misma sintonía, con los mismos valores".
"Aún el ‘quinto pasajero’ que llegó al final, que parece que hubiera estado toda la vida con nosotros", dijo en referencia al senador peronista y excandidato a vicepresidente Miguel Pichetto y haciendo una alusión a una película de ciencia ficción.
Tras un fuerte aplauso de los funcionarios para Pichetto, destacó que el legislador "nos ha abierto más el espacio de pensamiento" y reflexionó que "si hubiesen estado los gobernadores radicales estaríamos en la misma sintonía", pero aclaró que no viajaron por las malas condiciones del tiempo -hubo fuertes tormentas en Buenos AIres que obligaron a cancelar decenas de vuelos-.
El jefe de Estado exaltó también "la comunión importante de tres partidos, tres historias distintas" y que "todos han hecho su aporte valioso, su aporte importante para el futuro", al referirse al PRO, la UCR y la Coalición Cívica-ARI.
"Cada uno de nosotros hizo su parte", abundó, y destacó que se constituyó "un equipo con aciertos y desaciertos, pero hemos logrado transformaciones muy importantes, trascendentes".
"La más importante es haber despertado a millones de argentinos y haber recuperado la esperanza de que sí se puede", agregó al rescatar el slogan central de la campaña preelectoral.
En el tramo final de su discurso, pronunciado desde un escenario, afirmó que "se pudo, esto del cambio es posible; se pudo gobernar con honestidad y todos nos vamos a casa con la conciencia tranquila y las manos limpias".
Antes que Macri hablaron la vicepresidenta Gabriela Michetti, Pichetto y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.
> Elaboraron un documento sobre herencia
En plena transición, el Gobierno busca dejar su visión sobre la "herencia" que le dejará a Alberto Fernández, en materia económica. Por eso, elaboró un informe en el que asegura dejar un punto de partida "mucho más sano" que el de 2015, justifica la reposición del cepo cambiario por el "miedo" de la gente respecto "a qué pueda pasar en el futuro"; e insiste en que el trazado por el actual jefe de Estado "es el camino correcto para tener un país mejor". El documento, de siete páginas, fue realizado entre el equipo de la Jefatura de Gabinete, que comanda Marcos Peña: y el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza; y consta de ocho puntos. Uno de ellos resume los principales aspectos de la economía que -según el Gobierno- recibirá Alberto F. y pretende desarticular el discurso de que se trata de una situación más compleja que la heredada por Macri. "El país está listo para crecer. Sin magia, sin mentira y sin ficción, gracias al esfuerzo de todos los argentinos, hemos revertido la herencia de 2015", sostiene. Y, a diferencia de la estrategia que abrazó Macri, de no contar el estado de situación cuando asumió, enumera parte de lo que fueron los principales obstáculos que debió esquivar: "un Banco Central sin reservas y restricciones cambiarias para importar y viajar; un déficit fiscal brutal (7% del PBI) con una presión impositiva récord; un desempleo mentiroso y una pobreza estructural altísima; una inflación ya alta durante 8 años y en ascenso; un tipo de cambio atrasado, que perjudicaba la actividad productiva".
En uno de los pasajes más punzantes del documento, también se remarca que Macri recibió de Cristina Kirchner "un Estado arrasado, dominado por punteros y copado por militantes y empresas públicas quebradas, y una crisis energética con tarifas atrasadas que se sostenía con permanentes cortes de luz y gas y se abastecía con carísimos barcos de gas licuado que venían de Venezuela bajo contratos muy dudosos".