Unas 50 familias seguían acampando ayer a la intemperie pese al temporal junto al predio porteño de Villa Lugano donde el sábado la Policía Metropolitana y la Gendarmería desalojaron el asentamiento Papa Francisco. El desalojo ocurrió en terrenos ocupados desde febrero. Las familias permanecían en las adyacencias del predio, debajo de improvisadas carpas de madera y plástico equipadas sólo con colchones y alguna ropa de cama. Los accesos al predio estaban fuertemente custodiados.
