El Banco Central dispuso que aquellos productores que hayan vendido a través del mecanismo de “dólar soja”, que les ofrece un tipo de cambio diferencial de 200 pesos no podrán comprar acceder al mercado de cambio en ninguna de las múltiples variantes que funcionan en la Argentina: ni a través de las modalidades financieras (dólar MEP o “contado con liquidación”) ni del “dólar solidario”. Ni siquiera a través de la compra de divisas para “ayuda familiar”.
De este modo, el bloqueo para acceder al dólar que dispuso la entidad que preside Miguel Pesce destinado a los productores sojeros es absoluto. La entidad aspira a que se queden en pesos después de haber vendido su producción, un activo dolarizado, a los exportadores. La norma que publicó hoy el BCRA comienza a regir mañana, 20 de septiembre, y no tiene fecha de finalización, aún cuando está establecido que el “dólar soja” funcionará hasta el fin de este mes.
“Los agentes económicos que hayan vendido soja en el marco del Programa de Incremento Exportador no podrán acceder al mercado de cambios para compras de moneda extranjera ni tampoco realizar operaciones con títulos y valores con liquidación en moneda extranjera”, señaló el BCRA en un breve comunicado.
Tentados por el dólar especial de 200 pesos vigente solo por un mes, el “dólar soja” ya generó ingresos al mercado de cambios por casi USD 3.900 millones que le permitieron a un BCRA urgido por fortalecer sus reservas tener un saldo comprador, hasta el día de hoy, de USD 2.376 millones. Septiembre, de ese modo, ya es el mes con mayores compras en el mercado por parte del Central en los últimos 8 años.
Pero esa decisión de sumar reservas con un tipo de cambio diferenciado tiene consecuencias. Muchos analistas se preguntan qué pasará con los pesos que este mecanismo suma al mercado, en un escenario inflacionario muy delicado. Y también hay dudas sobre qué ocurrirá a partir del 1 de octubre, cuando el aluvión se termine.
La nueva variante de cepo que hoy impuso el Central para los productores no es la primera medida que les dedicó la entidad monetaria. Una semana después de haber lanzado el sistema, el BCRA dispuso que los productores que vendieron a través del dólar soja tendrán una “tasa mínima” para tomar cualquier clase de crédito en los bancos, equivalente al 120% de la tasa fijada para las Leliq. En resumen, luego de darles un tipo de cambio especial a los productores, el Central les encareció el crédito, con la intención de obligarlos a seguir liquidando. O, al menos, a que no puedan financiarse barato mientras tengan sus granos en un silobolsa.
La suba de tasas para los productores generó un doble enojo: en el sector agropecuario, tal como era esperable, pero también en la secretaría de Agricultura, que se enteró de la medida una vez publicada, lo que dejó al descubierto una desconexión entre ese organismo y el Banco Central. el 9 de septiembre, cerca del secretario Juan José Bahillo señalaron a Infobae: “No sabíamos nada de la medida y claramente no estamos de acuerdo, porque nunca estuvo como posibilidad en la mesa de diálogo. Desde el Ministerio de Economía siempre hicieron hincapié en la construcción de confianza a través de reglas claras”.