Los préstamos en pesos al sector privado alcanzaron en septiembre un nivel de 6 billones 61.237 millones de pesos, 72,8% más que hace un año y 2,5% superior al mes anterior, según un informe de First Capital Group (FCG), sin embargo, el aumento colosal de las tasas comienzan a hacer inviables estos créditos.
De acuerdo con el trabajo, la línea de préstamos personales subió a $955.170 millones, con un crecimiento de 63,5% interanual y 4,2% mensual, encadenando su vigésima sexta suba consecutiva. Pero tras las tasas voladoras que impulsó el Banco Central para pelearle a la inflación y evitar que los ahorristas corran detrás del dólar blue, los bancos cobran actualmente hasta el 355% de interés anual y comienza a derrumbarse el crédito.
De todos modos es el efecto buscado por el Gobierno: que las empresas y los particulares dejen de pedir créditos en los bancos y así liberar fondos para que las entidades financieras queden a merced de las necesidades de financiamiento del Estado.
La consecuencia de esa decisión es, entre otras, la caída de la actividad económica hacia una recesión, cuya profundidad y duración aún se desconoce.
El hecho de que la tasa efectiva de referencia (Leliq) y de los plazos fijos -ambas reguladas por el Banco Central- haya llegado al 107% anual impulsó a las demás líneas de financiamiento. Aumentaron -muy fuerte- tanto los créditos para las empresas (aun aquellos de cortísimo plazo) como los que se les ofrece a los clientes particulares.
Según los datos del propio Banco Central, los bancos líderes les están ofreciendo a sus clientes préstamos personales con un CFT (Costo Financiero Total) de entre 215% y 298% anual.
En el caso de los bancos de segunda línea de capital privado -que en su mayoría funcionan en los distritos del interior del país-, el CFT trepa al 355% anual.
Tras el retoque de las tasas de interés, el costo financiero total para postergar el pago de la tarjeta pasó al 132% anual.
Está claro que ningún salario podrá aumentar en ese mismo nivel este año, con lo cual es muy probable que estos créditos impliquen cuotas mensuales impagables.
"La suba de la tasa de interés ocasiona dificultades para el normal desenvolvimiento de la actividad", aseguró Guillermo Barbero, socio de FCG, para quien "por un lado desalienta la demanda de los consumidores; y, por el otro, las entidades financieras encuentran un límite técnico en los valores a ofrecer a cada individuo".
Según Barbero, "a mayor tasa de interés, crece el monto de la cuota a pagar y la misma no puede superar el 30/35% del ingreso mensual del tomador de fondos, en consecuencia, el importe prestado es inferior al que se podría haber otorgado a la tasa existente antes de la suba".
En tanto, la operatoria a través de tarjetas de crédito registra un saldo de 1 billón 797.127 millones, con un crecimiento de 64,8% interanual y un aumento de 2,6% respecto al cierre del mes pasado.
"La paulatina desaparición de las ofertas de cuotas "sin interés" y el incremento del costo de los resúmenes dan como resultado una caída de los saldos financiados; además, el incremento de precios hace que los tarjetahabientes alcancen muy rápidamente los límites de crédito establecidos", explicó Barbero.
Tarjetas de crédito
Finalmente, las tarjetas de crédito registraron una suba interanual de 140,2%, aunque con un comportamiento mensual irregular; y hubo una disminución de 7% respecto al mes anterior por "nuevas medidas que restringen el financiamiento de las compras en moneda extranjera".