Pruebas de detección, tratamientos antirretrovirales cada vez más eficaces y seguros, y saber que si no se detecta carga viral la persona no lo transmite por vía sexual, son algunos de los logros de 40 años del virus del VIH pero todavía queda pendiente el desarrollo de medicamentos que permitan la cura, vacunas y mejoras de las formulaciones pediátricas.
"Los avances que han habido en el mundo respecto al VIH son impresionantes: en 40 años se descubrió el virus, cómo diagnosticarlo y se desarrollaron antivirales que son altamente efectivos, evitan la replicación y que son cada vez menos tóxicos", dijo a Télam la médica Natalia Laufer, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (Inbirs). Y continuó: "También aprendimos que si bajamos la carga viral hasta quedar indetectable las personas pueden mantener relaciones sexuales sin transmitir la infección y nos dimos cuenta de que podemos utilizar dos drogas en lugar de tres en muchísimos casos, con algunas excepciones".
Por su parte, la bióloga Gabriela Turk, compañera de Laufer en el Inbirs, añadió que "también surgieron tratamientos de larga duración que se inyectan o aplican de manera subcutánea; aprendimos que además de la vía sexual también se transmite de forma vertical, es decir de madre a hijo, entonces rápidamente se diseñaron estrategias para evitar esa transmisión".
Entre esas estrategias se encuentra la profilaxis posexposición, que consiste en dar un tratamiento frente a una exposición accidental o al recién nacido de una mujer con VIH. Otra estrategia que se comprobó que disminuye la posibilidad de infección es la profilaxis preexposición (Prep), indicada en contextos muy particulares para personas que están expuestas a situaciones de alto riesgo, lo que implica en general la toma en forma diaria de dos antivirales.
En referencia a los desafíos, Turk indicó que "otro tema pendiente es que todavía no hay una vacuna" y consignó que si bien hubo "un montón de investigaciones y varios estudios que llegaron a fase tres, todos fallaron".
"En el SARS-CoV-2, en la influenza, en el neumococo, vos lo que querés evitar con la vacuna es el cuadro grave. Con VIH, en cambio, lo que hay que evitar es la infección porque una vez que se produce no hay vuelta atrás ya que a diferencia de lo que sucede con la gran mayoría de los virus, una vez que ingresa se integra a las células (alojándose en los reservorios) y ya no lo podés sacar", sostuvo Laufer. Y continuó: "Entonces habría que bloquearlo en la mucosa para que no ingrese o evitar que se vaya al ganglio linfático, y esto es súper complejo".
Por otro lado, el VIH es muy variable, va mutando mucho constantemente, mucho más que el SARS-CoV-2 (que causa covid) por ejemplo, y eso hace que se escape a la respuesta inmune.
Otro tema en debate es si la estrategia I=I, que funciona para la vía de transmisión sexual, puede aplicarse por ejemplo en la leche materna. "Por el momento, en nuestro país la lactancia está contraindicada, pero si la persona quiere dar el pecho, desde el sistema de salud la acompañamos con los controles y las mejores estrategias que podamos", sostuvo Laufer. Finalmente, otra asignatura pendiente es el desarrollo de mejores fármacos para la población pediátrica: "No hay formulaciones nuevas para los primeros años de vida y faltaría hacer que sean más amigables", concluyó.
40 millones murieron
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que sigue siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial, se ha cobrado 40,1 millones de vidas. Su transmisión persiste en todos los países, y en algunos las nuevas infecciones están aumentando.
El 13% desconoce que está infectado
Según datos de 2022 del Ministerio de Salud argentino, la tasa de mortalidad por patologías asociadas al VIH continúa con una tendencia al descenso.
Se estima que en Argentina son más de 140 mil las personas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), aunque un 13 por ciento de ellas lo desconoce.
Además, el documento informa que en la actualidad el 65 por ciento de las personas que conoce su diagnóstico se atiende en el sistema público y más de 65.000 reciben su medicación de parte del Estado nacional, que garantiza el tratamiento de quienes no cuentan con una cobertura de salud o que no reciben la medicación por parte de su obra social.
Con un 98 por ciento, la principal vía de transmisión del VIH son las relaciones sexuales sin protección. Entre los varones, el 64% se infecta durante prácticas sexuales con otros varones y el 34% durante relaciones sexuales con mujeres.
El VIH en Argentina es una epidemia concentrada con prevalencias mayores al promedio en algunos grupos clave, como las mujeres trans, los varones que tienen sexo con otros varones y trabajadores sexuales.
Por año se notifican 5.300 casos nuevos, diagnosticándose un 69% de varones con VIH con una mediana de edad de 32 años, mientras que las mujeres representan el 29% con una mediana de 35 años.
La tasa de mortalidad por patologías asociadas al VIH es de 2,5 cada 100 mil habitantes en 2020.