Con humor, cuenta que lo ponían al arco porque era un "patadura" en el fútbol. Con 86 años se siente joven. Llegó al Vaticano admitiendo que habían ido a "buscar un Papa al fin del mundo". Y hoy, que se cumplen 10 años de su papado, el argentino Jorge Mario Bergoglio sigue repitiendo el mismo pedido: "recen por mí, por favor".
Francisco, convencido de que los jóvenes tienen que hacer lío, fue elegido el 13 de marzo como el nuevo Papa, que debía reemplazar a Benedicto XVI.
En estos 10 años de papado, el primer pontífice latinoamericano ha encarado fuertes reformas en la Iglesia. Aunque se siente feliz y joven, ya tiene firmada su renuncia por anticipado. Así y todo, no descarta una futura visita papal a Argentina.
El pontífice argentino se esforzó para implementar una reforma profunda de la curia romana -el gobierno central de la Santa Sede- para que esté más predispuesta a escuchar a iglesias locales.
Estos cambios, a veces criticados internamente, se concretaron con la entrada en vigor de una nueva Constitución, que reorganiza los dicasterios (ministerios) y prioriza la evangelización.
Francisco también renovó el turbio sector de las finanzas del Vaticano, envueltas en escándalos, con la creación en 2014 de un Secretariado para la Economía, así como la aplicación de un marco de inversiones y de medidas anticorrupción. También ordenó el reajuste del Banco del Vaticano, con el cierre de 5.000 cuentas.
Estas modificaciones se vieron impactadas por una situación absolutamente inédita en la vida de la Iglesia: ordenó el proceso de un relevante cardenal, Angelo Becciu, acusado de malversación de fondos y juzgado por una adquisición inmobiliaria opaca por parte de la Santa Sede.
Francisco, como así se llamó en un gesto para los más pobres (nunca otro Papa se había llamado como el santo de Asís) es el primer pontífice jesuita. Cuando el 13 de marzo de 2013 Bergoglio fue elegido Papa, la situación de la Iglesia católica era por demás complicada en varios frentes.
Bergoglio, que creció en el porteño barrio de Flores, llegó al Vaticano con actitud austera.
A Benedicto XVI le habían robado documentos de su escritorio en medio de pujas internas por licitaciones en la ciudad del Vaticano, sospechas de corrupción en el banco de la Santa Sede y la multiplicación de denuncias de abusos sexuales cometidos por miembros del clero en varios países.
Esquivando lujos, Francisco tuvo en su papado un momento clave cuando evitó una condena a la comunidad gay: "¿quién soy yo para juzgar a un homosexual que busca honestamente a Dios?", llegó a decir. En otro giro histórico, el Papa abrió las puertas de la comunión y otros sacramentos prohibidos a los católicos divorciados y vueltos a casar por el civil.
Bergoglio, que creció en el porteño barrio de Flores, llegó al Vaticano con su viejo portafolio y sus negros zapatos un tanto gastados de caminar por un Buenos Aires de villas de emergencia y duros adoquines. Sus modestos y usados zapatos negros lucían diferentes a los exclusivos modelos de Prada que fueron marca de su predecesor, Benedicto XVI.
Permanentemente, Francisco procuró que la Iglesia sea más austera, pidiendo a los clérigos del Vaticano que tengan autos modestos.
En noviembre de 2014 ordenó instalar tres duchas en el interior de los baños que hay bajo las columnas de la basílica de San Pedro para que puedan lavarse y cambiarse las personas en situación de calle que duermen en los alrededores del Vaticano.
La cuestión de los abusos sexuales no le dio tregua. A poco de comenzado su mandato estalló un caso de un diplomático en el Vaticano, mientras otros seguían estallando en el mundo. Francisco fue tomando numerosas medidas, incluyendo un compendio de reglas para erradicar cualquier caso de abusos.
Además, durante su papado, el Vaticano creó un equipo de expertos para guiar a las iglesias locales en la adopción de medidas en la lucha para erradicar los abusos.
"Viejo. Suelo definir con esa palabra a las personas de mi edad, pero no me siento así. Me siento joven. No sabría decir de cuántos años", llegó a decir Francisco, que recientemente tuvo problemas en su rodilla.
"Fueron a buscar un Papa al fin del mundo", expresó Bergoglio en sus primeras palabras. Y en una reciente declaración confirmó que tiene firmada una renuncia "en caso de impedimento médico", la cual redactó en 2013. "Yo no creo que he cambiado acá (en el Vaticano). Por ahí me viene un poco de nostalgia de Buenos Aires. Pero yo no sabría cuantificar la alegría interior que tengo. Para mí siempre es la misma", dijo hace poco.
Su rodilla recuperada
Con 86 años cumplidos en diciembre pasado, el argentino Bergoglio alcanza su primera década como pontífice recuperado de los problemas en su rodilla derecha que en 2022 lo hicieron postergar viajes y suspender audiencias.