Como ya es una costumbre en la agenda de Mauricio Macri, el 25 de mayo lo encontró junto a su familia, su Gabinete y un grupo de vecinos y jubilados en la Quinta de Olivos donde él personalmente sirvió el tradicional locro que condimentó con un llamado a la unidad de todos los argentinos.
El Presidente instó a los argentinos a "ponerse de acuerdo" y a seguir "construyendo bases sólidas" que permitan al país "crecer 20 años seguidos y derrotar definitivamente a la pobreza", al ofrecer el locro que compartió en la quinta.
"Hoy es un día para que nos reunamos y agradezcamos a Dios, la Patria que tenemos", declaró el Presidente ante sus invitados, su esposa Juliana Awada y su hija Antonia.
El jefe del Estado consideró que "todo pasa por ponernos de acuerdo, que sigamos construyendo esas bases sólidas que nos permitan crecer, no un año ni dos, sino 20 años seguidos y así derrotar definitivamente a la pobreza".
Macri aseguró que "hay oportunidad de progreso para todos" y sostuvo que "trabajando juntos vamos a construir realmente lo que soñamos: un gran futuro para compartir".
El Presidente estuvo acompañado por la primera dama, Juliana Awada, su hija Antonia; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; los ministros Carolina Stanley; Jorge Faurie, Alejandro Finocchiaro y Nicolás Dujovne, y el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi.
Estuvieron además el secretario de Coordinación Interministerial, Mario Quintana; el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso; los intendentes de Vicente López, Jorge Macri, y de San Isidro, Gustavo Posse, y legisladores. También compartieron el almuerzo jefes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad de la Nación, cuerpo de bomberos, representantes de centros de jubilados de la provincia de Buenos Aires y de la Capital Federal, y vecinos a quienes Macri visitó en los últimos meses para charlar y escuchar sus inquietudes.
El Presidente recibió a los invitados en la Plaza de Armas de la Residencia luego de haber asistido al Tedeum que el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, ofició en la Catedral Metropolitana.