La bienvenida. Como siempre, en el regreso al puerto de Buenos Aires la Fragata Libertad fue escoltada por otras embarcaciones. En tierra firme esperaban los seres queridos.

 

 

Las lágrimas y abrazos de los marineros recién llegados y sus familiares fueron protagonistas ayer del arribo de la Fragata Libertad al puerto de Buenos Aires, luego de un viaje de más de seis meses que llevó a sus 293 tripulantes en un periplo de 23.000 millas náuticas en el que visitó 14 puertos de América y Europa.

Minutos antes de las 17.45, decenas de marineros emocionados se mantuvieron estoicos en la cubierta del buque mientras la Fragata llegaba al puerto, en el medio de las bocinas de otros buques, aplausos y bandas de música que saludaban su llegada.

"La Fragata Libertad es una embajadora de nuestro país, es un símbolo de nuestra nacionalidad y a donde sea que vaya representa a la Argentina. Por eso, es un gran honor recibir a nuestros marinos después de su viaje", dijo a Télam Oscar Aguad, ministro de Defensa que participó del recibimiento.

Entre los tripulantes de la Fragata estaba Luciano Ciampo, cabo principal a quien esperaba en el puerto de Buenos Aires su esposa con cuatro hijos, dos de los cuales son mellizos que nacieron mientras estaba embarcado.

"Ya es la segunda vez que me pasa. En 2005, cuando estaba en la campaña antártica, nació mi primera hija. Es parte de nuestro trabajo, mi esposa lo sabe y es una situación que hay que aprender a superar", expresó a Télam.

Pese al dolor de haber estado lejos, Ciampo asegura estar tranquilo "porque sé que mi esposa está contenida por toda la familia" y que no se lamenta porque "es un orgullo muy grande representar a tu país en todo el mundo".

El buque de instrucción de la Armada Argentina, a cargo del capitán de navío Fernando Maglione, completó su 46to viaje de instrucción, una travesía equivalente a 41.400 kilómetros en la que visitó los puertos de Fortaleza (Brasil), Veracruz (México), Charleston y Miami (EEUU), Den Helder (Holanda), Wilhelmshaven (Alemania), Malmo (Suecia), Boulogne Sur Mer (Francia), Portsmouth (Reino Unido), Barcelona y Santa Cruz de Tenerife (España), Río de Janeiro (Brasil) y Montevideo (Uruguay). Desde su primer viaje, en 1963, la fragata Libertad lleva recorridas más de 800 mil millas náuticas alrededor del mundo y pasó navegando el equivalente a unos 17 años.

En esta travesía, además de 27 oficiales de la Armada, 187 suboficiales y 18 invitados, participan 61 guardamarinas, 14 de ellos mujeres.

La Libertad es una fragata de 104 metros de eslora; 14,3 metros de manga, con una superficie de 2.652 m de velamen, 3.635 toneladas de desplazamiento a carga completa y una altura máxima en su palo mayor de 50 . Tiene tres palos (trinquete, mayor y mesana) y bauprés y son de acero, con un velamen compuesto por 27 velas.