La provincia de San Luis recibirá mañana por la noche a tres familias de refugiados sirios procedentes de la ciudad de Alepo, anunció el gobernador Alberto Rodríguez Saá, quien adelantó que pondrán un médico pediatra a disposición para la atención de los niños, que junto a sus padres pasarán la noche en la residencia de la Universidad de la Punta (ULP).
"El domingo llegarán tres familias (de Alepo) escapándole a las balas y al drama, y vamos a recibir a los chicos con juguetes y juegos, para contenerlos y ayudarlos", dijo Rodríguez Saá a radio FM Cielo de Buenos Aires.
Liliana Sheines, responsable del Comité de Refugiados en San Luis, que había adelantado a Télam en marzo el arribo de las tres familias sirias, afirmó hoy que el grupo está compuesto por 13 personas que llegarán al aeropuerto de Ezeiza a las 21.10 y desde allí se trasladarán a San Luis después de las 23, donde serán recibidos por el gobernador y autoridades provinciales.
Debido al horario, las tres familias serán alojadas en la residencia en la Universidad de la Punta (ULP), señaló Scheines.
El grupo familiar más numeroso, compuesto por 5 personas, está formado por un matrimonio integrado por George, técnico de máquinas de coser y chofer, y María, ama de casa, junto a sus hijos Jouni, Mikl, y Fadi, de 16, 10 y 7 años, respectivamente y la abuela Rymond, madre de George, de 72 años.
La segunda familia está compuesta por Joudy, la única niña que llegará a San Luis y festejará aquí su cumpleaños número 10 junto a su padre Antoine (36) de profesión mecánico y su madre Georgina (32) que es peluquera.
El tercer grupo esta integrado por Abelardo, un bebé de 5 meses y medio, su hermano Housip, de 8 años, hijos de Joseph (35) que se dedica a la herrería y Maya (31), que es cosmetóloga.
Las familias contarán con el apoyo de Lana y Majb, la primera pareja que eligió San Luis hace un mes para radicarse lejos de la guerra, quienes oficiarán de traductores y serán piezas clave para la inserción de los recién llegados, que sólo hablan árabe.
Lana y Majb viven en las residencias de la ULP y fueron empleados por el gobierno provincial.
Fuente: MDZ