Lázaro Báez fue trasladado este viernes desde la cárcel de Ezeiza al sanatorio Los Arcos por un problema cardíaco, luego de que los médicos del Servicio Penitenciario detectaron que un electrocardiograma al que fue sometido no arrojó buenos resultados.

 

 

 

 

Casi dos meses después de que fuera atendido en esa misma clínica por una arritmia, Báez volverá a ser analizado por los profesionales del sanatorio ubicado en el barrio porteño de Palermo.

 

El jueves, Báez había sido analizado por una junta médica de peritos de la Corte Suprema de Justicia que concluyeron que el empresario acusado de lavado de dinero puede ser tratado en el penal de Ezeiza donde está detenido por sus problemas de salud que son anteriores a su encarcelamiento (sufre hipertensión y diabetes).

 

En octubre del año pasado, Báez fue sometido a una pericia médica que analizó su estado de salud. Tras los análisis, los médicos determinaron que el empresario presentaba "antecedentes de hipertensión, diabetes tipo II y asma bronquial". Quienes lo atendieron además dijeron que las patologías eran "crónicas" y requerían de "tratamiento multidisciplinario".

 

A pesar de que los especialistas afirmaron que su estado general de salud "cumple con los criterios estándar de aceptabilidad", advirtieron que quienes lo atiendan en Ezeiza tienen que cumplir con las reglas médicas para "disminuir al máximo las complicaciones y evitar la aparición de nuevas pertubaciones físicas".