Variaciones. Las pizarras de las casas de cambio de Buenos Aires, con variaciones cambiarias tras las primarias del 11 de agosto.

Como primera medida para acercarse a un esquema de control de capitales, un comunicado del BCRA informó que los bancos y entidades financieras deben contar desde ayer con la autorización del Banco Central para girar sus dividendos al exterior.

La primera lectura que hacen en el mercado es que la normativa apunta a evitar que los bancos giren dividendos al exterior, en un momento en que la oferta de dólares es limitada. Frenar el giro de utilidades a las empresas extranjeras fue una de las alternativas que en los últimos días barajaron en el Gobierno pero que prefirieron no tomar. En el mercado especulan con que esta medida es la antesala de un control al giro de utilidades en empresas de otros sectores.

La normativa, de todos modos, también tiene un lado macroprudencial. Según un exfuncionario del BCRA, si bien esto ayudará a contener la demanda de dólares, también responde un objetivo mucho más amplio. "Lo hacen también porque como los activos de los bancos se están desplomando, si no los computan bien, pueden estar diciendo que tienen más ganancias y distribuir utilidades cuando se te están cayendo los depósitos", aporta el ex BCRA.

El Central aclaró que se trata de una medida que "sólo corresponde a las entidades financieras, no otro tipo de empresa". También explicó que "con esta medida se garantiza que se mantenga la liquidez del sistema, para que los depositantes puedan hacerse de la liquidez que demanden". "Buscamos que la liquidez del sistema sea mayor para evitar cualquier tipo de falta de dinero", sostuvo el organismo.

A su vez, el BCRA dijo ayer que podrá realizar licitaciones para comprar a Fondos Comunes de Inversión (FCI) títulos de deuda de corto plazo que disponen en su cartera, según un comunicado de la entidad.

La medida apunta a dar liquidez a esos fondos tras el impacto de la decisión del Gobierno de extender los plazos de vencimientos de los títulos de corto plazo. "En los llamados a licitación se especificarán los detalles referentes a plazos de liquidación", dijo el comunicado.

Por otro lado, la autoridad monetaria señaló que hasta el 30 de septiembre autorizó a bancos públicos y privados que operan en el país a comprar depósitos e inversiones a plazos constituidos por FCI en entidades financieras locales.

Las decisiones buscan ayudar a los fondos a responder a los rescates de sus ahorristas preocupados por el efecto del "reperfilamiento" de la deuda que dispuso el Gobierno, dijo el economista Fausto Spotorno. "Para darle liquidez a esos fondos, el central les dice a los bancos que puedan recomprar los plazos fijos y, por otro lado, dice que va a ir comprando las letras a través de la emisión monetaria", sostuvo.

"Muchos de los fondos de inversión están compuestos por el capital de empresas que invirtieron a corto plazo para protegerse de la inflación y que ahora precisan esos recursos para hacer frente a los pagos de salarios", dijo Spotorno. La posibilidad de precancelar esas operaciones fue admitida mediante la Comunicación A 6766. Las compras por parte de la banca podrán realizarse siempre que desde la fecha de la imposición haya transcurrido un lapso no inferior a siete días corridos.

Los bancos deberán pedir autorización para girar sus dividendos al exterior. El BCRA saldrá a captar títulos de FCI.

 

Apuran una "agresiva" intervención

Vuelve la política de shock para frenar al dólar. La falta de resultados terminó por convencer al presidente Mauricio Macri de apostar por una receta que ya le dio resultados en el pasado, aunque por un período muy corto: desde el lunes el Banco Central de la República Argentina (BCRA) intervendrá de forma "agresiva" para intentar estabilizar a la divisa norteamericana.

El titular del Banco Central, Guido Sandleris, podría utilizar un esquema similar al que usó Federico Sturzenegger hace poco más de un año, cuando en medio de una corrida contra el peso, días antes de firmar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), fijó la divisa norteamericana con una oferta diaria de U$S 5.000 millones. La medida, que duró 20 días, fue efectiva, recordó ayer el diario La Nación.

En este contexto de volatilidad, en el que el Gobierno avanza sin otro objetivo que calmar a los mercados, la posibilidad de lograr algunos días tranquilidad cambiaria son fundamentales para salir de la emergencia y empezar a trabajar en la estrategia electoral para octubre. "Vamos a poner toda la carne al asador desde el lunes", graficaron fuentes oficiales.

Mientras se profundiza la crisis económica, el Gobierno no encuentra respuestas. El último miércoles Lacunza presentó una batería de medidas que no funcionaron. Los U$S 1.279 millones que el Banco Central vendió en la semana no fueron suficientes para contener al dólar.