Nadie quiere hablar demasiado sobre los reembolsos económicos que deben recibir por la desaparición de las víctimas. Temen que dedicarle a ese tema más que unas pocas palabras pueda desviar la atención -la propia y la del Estado- de la búsqueda del submarino, que sigue siendo su objetivo sobresaliente.
 

 

Si en algún momento deciden comenzar a tratar las cuestiones materiales, la mayoría se encontrará con resultados magros, a menos que el Estado avance en compensaciones que hoy se están discutiendo en distintos niveles de la Armada y el Gobierno, pero que no están aún definidas, o inicien juicios contra el Estado.
 

Aunque el episodio del ARA San Juan dejó en evidencia que la tarea de los submarinistas es altamente riesgosa, en la gran mayoría de los casos los tripulantes tenían seguros de vida por debajo de los $50.000, según los datos que obtuvo La Nación de la Dirección General de Salud y Acción Social de la Armada, mediante un pedido de acceso a la información pública remitido al Ministerio de Defensa y respondido con fecha del 31 de enero de este año.
 

De los 44 tripulantes de la nave, 32 tenían las coberturas básicas, que implican un seguro de sepelio y un seguro social obligatorio. De manera que sus familias recibirán dos ítems: uno de $3800 y otro de $44.330. En total, suman $48.130.
 

 

Fuente: La Nación