En junio pasado se formalizó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional ( FMI ), por el cual la Argentina podía recibir hasta US$50.000 millones, de los cuales ya se le giraron US$15.000 millones. Los nuevos términos de ese acuerdo, que se conocieron hoy, implican algunos cambios con respecto a los compromisos que había asumido el país a mediados de año. A continuación, los puntos más destacados:

 

El dólar seguirá flotando, pero dentro de un esquema de "bandas", es decir, el Banco Central tendrá potestad para intervenir en el mercado cambiario para impedir que el peso se deprecie o se aprecie por fuera de los límites fijados por esas bandas. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, sostuvo que el BCRA tendrá una fuerte intervención si sale de esas zonas.

 

El nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) incluye un ajuste mucho más agresivo que el previsto originalmente por el Gobierno. Para 2019, el acuerdo original preveía una meta de déficit fiscal primario del 1,3% del producto bruto interno (PBI). Ahora, el nuevo convenio aspira a llegar al equilibrio primario, también conocido como "déficit cero".

 

El paquete incluirá además los cambios impositivos que anunció recientemente el Gobierno para terminar de cerrar la brecha fiscal, incluido el nuevo sistema de retenciones con el que espera apuntalar la recaudación impositiva.

 

El acuerdo stand-by "2.0" también contempla una asistencia financiera más alta para la Argentina, y más enfocada en el programa financiero de 2019, que generaba dudas entre los inversores y había provocado temores -infundados, según algunos analistas de Wall Street y el Gobierno- a otro posibledefault. El presidente Mauricio Macri dijo esta semana que "no hay chances" de un nuevo default.

 

El programa económico trae también una nueva política monetaria. Antes, el Banco Central utilizaba la tasa de interés para intentar quebrar la inflación, siguiendo el esquema de "metas de inflación". Ahora, el Central pondrá atención en la cantidad de dinero en la economía, poniendo la lupa en los llamados "agregados monetarios". Ese esquema ya se aplicaba bajo la conducción de Luis Caputo, y continuará bajo Guido Sandleris, ahora ya formalizado.

 

El nuevo acuerdo técnico incluye además las nuevas proyecciones sobre la economía. En el acuerdo original, el "escenario adverso", el peor escenario que preveían los técnicos del Fondo, pronosticaba una caída del PBI del 1,3% para este año. El último pronóstico oficial anticipa ya una caída del 2,4%.