El Departamento de Estado de los Estados Unidos les recomendó a los ciudadanos que viajen a la Argentina que tomen precauciones especiales de seguridad para evitar asaltos, ataques de motochorros, secuestros, agresiones sexuales y estafas. También sugirió eludir los piquetes y las manifestaciones.

 

La guía de sugerencias, que fue actualizada el 10 de enero, describió al crimen callejero como un problema frecuente en Buenos Aires, Rosario y Mendoza. “Esté atento a los ladrones, carteristas y estafadores que se encuentran en la calle, en restaurantes, en hoteles y en las estaciones de transporte público”, precisó.

 

La Oficina de Asuntos Consulares realizó un resumen en el que detalló que con frecuencia se registran robos violentos en San Telmo, Recoleta y La Boca, generalmente en calles laterales y por la noche. En el caso de La Boca, recomiendan que las visitas sean solamente durante el día.

 

Hay un dato reciente que justifica la preocupación. Joe Wolek, un turista norteamericano de 54 años, fue apuñalado cerca de Caminito en un intento de robo. Se salvó de milagro gracias a la intervención de un policía que logró disuadir el ataque y a los médicos del Hospital Argerich, donde fue operado y estuvo internado 20 días. También en La Boca se registró el ataque al ciclista canadiense que se viralizó en todo el mundo.

 

“Las manifestaciones son comunes en Buenos Aires y ocurren también en otras ciudades. Los manifestantes a menudo bloquean calles y carreteras. Generalmente no son manifestaciones violentas, pero pueden surgir confrontaciones. Evítelas si es posible”, alertan.

 

En el punteo sobre la Argentina publicado por el gobierno de Donald Trump también se destaca que “son habituales los robos de maletas y bolsos” en las estaciones de ómnibus de Retiro y de Mendoza, piden evitar las villas de emergencia y alertan sobre los “motochorros”, a quienes describen como “ladrones que operan de a pares”. “Uno salta de la moto para robar relojes, carteras o mochilas, mientras el otro se queda a bordo del vehículo”, detallan. “Los motochorros también rompen autos para arrebatar objetos valiosos”, agregó el informe.

 

La mala fama de los taxistas argentinos trasciende fronteras. El Departamento de Estado detalló que se repiten a diario casos de estafas con billetes falsos, cobros desmedidos y un ardid por el cual los conductores aducen un problema mecánico para dejar al turista en medio del camino y exigir el pago completo del trayecto. Incluso se registraron denuncias de personas que fueron rociadas por “mostaza u otra sustancia” y descubrieron que fueron asaltadas mientras recibían la ayuda de un cómplice que se ofrecía para limpiar la mancha.

 

La guía incluyó reportes de ataques sexuales en senderos ubicados en la frontera con Chille. Es por eso que sugiere que los visitantes caminen en grupo y permanezcan alertas a su entorno.

 

“También ocurren secuestros exprés, donde las víctimas son atrapadas y obligadas a sacar la mayor cantidad posible de cajeros automáticos. Se contacta a la familia o a compañeros de trabajo y una vez que se paga el rescate, la víctima generalmente es liberada ilesa. Los falsos secuestros telefónicos son comunes”, resaltaron también.

 

Si bien el Departamento de Estado suele compartir información sobre distintos destinos turísticos con sus ciudadanos, este año anunció un nuevo sistema que divide a los países en distintos niveles. La Argentina se encuentra en el 1, “precauciones normales”.