El jueves estuvo seis horas frente a los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo, a quienes les transmitió su intención de convertirse en una nueva arrepentida en la causa de los cuadernos de las coimas. La declaración de Carolina Pochetti no es una más: la viuda de Daniel Muñoz, exsecretario privado de Néstor Kichner podría imprimirle un giro a la causa y terminar de complicar el frente judicial de la expresidenta Cristina Kirchner en el expediente.
El testimonio de la detenida se mantiene en estricta reserva y los investigadores no quieren filtrar información alguna sobre sus dichos. En rigor, Pochetti aún no fue aceptada como imputada colaborar, y no se descarta que continúe con su declaración este viernes. Al cierre del jueves, una fuente calificada de la investigación dijo que "el acuerdo aún no se había sellado".
Los dichos de Pochetti podrían confirmar que Muñoz fue testaferro del expresidente Néstor Kichner y que ocultó parte del botín K en Miami. Allí adquirió al menos 15 propiedades, entre departamentos y comercios, que compró con dinero espurio. Además, la mujer podría revelar dónde se encuentra el dinero que se generó tras la venta de estos inmuebles, que se cree podría estar en algún paraíso fiscal. Se habla de fondos por un total de US$ 70 millones.
En otras palabras, la mujer deberá contar de dónde salió el dinero para comprar las propiedades y a dónde fue a parar una vez tras la venta de los mismos. El arrepentido Juan Manuel Campillo, exsecretario de Hacienda de Santa Cruz, es uno de los señalados de participar de las maniobras para esconder los fondos en paraísos fiscales. Justamente quienes lo involucrados fueron otros dos presuntos prestanombres de Muñoz: Elizabeth Ortiz de Municoy y Sergio Todisco. También se convirtieron en arrepentidos.
Para la Justicia Muñoz era testaferro de Néstor Kirchner, y en sus escritos el chofer Oscar Centeno lo señaló como una de las personas que recibía los bolsos con las coimas que pagaban los empresarios, por lo que esos inmuebles, en realidad, eran una forma de esconder ese dinero.
Pochetti deberá aportar información valiosa para que los fiscales la acepten como arrepentida, acuerdo que luego deberá ser homologado por el juez Claudio Bonadio.