En su primer informe de gestión ante la Cámara de Diputados, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, apuntó ayer contra la oposición por no haber condenado enfáticamente el intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En el discurso de 66 minutos, que Rossi pronunció sin leer, se refirió al atentado que sufrió el 1 de septiembre pasado la Vicepresidenta: "Lamentablemente el año pasado volvió la violencia política con el intento de magnicidio contra la Vicepresidenta. Este acto de violencia política hubiese merecido una respuesta más contundente de la dirigencia política", dijo.
En ese marco, el santafesino Rossi sostuvo que el intento de magnicidio estuvo antecedido por "discursos del odio que ya existían en la Argentina" y recordó que la primera vez que se dieron ese tipo de mensajes fue "con el conflicto agropecuario", al sostener que "fue la primera vez que vi un cartel que decía ‘yegua’". Para Rossi, ese intento de magnicidio "no es producto de la causalidad".
"Si uno se queda con eso, se equivoca porque, para que haya existido alguien que haya puesto un revólver en la cabeza de la Vicepresidenta, existió una campaña antes de discurso del odio", afirmó y, luego, sostuvo que "los discursos del odio reconocen previamente una acción sistemática del sistema de medios de comunicación deslegitimando, estigmatizando determinados espacios y dirigentes".
Cuestionó, en ese sentido, el título de un matutino porteño que, tras el intento de magnicidio, publicó "La bala que no salió y el fallo que sí saldrá", a la vez que cuestionó la existencia de "un partido judicial que usa el ‘lawfare’ (guerra judicial) como estrategia política".
Ante legisladores, el funcionario nacional destacó que la Argentina "convive con cuatro crisis que son la pandemia, la guerra, la sequía y el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional", y subrayó como dato positivo que la inversión extranjera "supera los registros entre 2015 y el 2019".
El jefe de Gabinete (que fue concejal en la ciudad santafesina de Rosario) aclaró que los primeros que quieren bajos niveles de inseguridad "somos los rosarinos".
En esa línea, Agustín Rossi detalló que desde que asumió llevó adelante varias medidas. "El gobernador me planteó que tenía pendiente la creación de la Unidad de Investigación Financiera de Rosario, faltaba un decreto reglamentario. Eso se subsanó a las 48 horas. Me plantearon que querían un cambio en la jefatura conjunta de las cuatro fuerzas federales en esa provincia. Procedimos a ese cambio. Se envió mayor equipamiento a las fuerzas de seguridad de balística y de software para que puedan destrabar los teléfonos", explicó.
En el plano político, remarcó que lo único que no se puede hacer ante la escalada que vive Rosario "es bajar los brazos".
"Todos hemos tenido distintos niveles de responsabilidad", contestó a los diputados del socialismo, cuyo partido ha gobernado Santa Fe. Y agregó: "Hace mucho tiempo que vengo pidiendo un acuerdo entre los partidos para avanzar en un plan maestro de seguridad. Hay que sacar el flagelo que vive Rosario del carancheo político".
Además, el jefe de Gabinete de Alberto Fernández remarcó que el país tiene "mayores niveles de ocupación en las provincias del interior que en el centro del país", lo que definió como "un dato histórico definitivamente positivo".
Por otra parte, el funcionario defendió la política de derechos humanos del Gobierno nacional y apuntó contra los que dicen que los derechos humanos son un "curro", en referencia a los dichos recientes de Mauricio Macri, el expresidente argentino.