El color amarillo, que identifica a la coalición opositora Juntos por el Cambio, del expresidente Mauricio Macri, tiñó impensadamente hace dos meses el mapa político argentino. La oposición ganó en 16 provincias, desde Chaco hasta incluso en la provincia de Buenos Aires. El mayor distrito electoral del país y bastión kirchnerista fue beneficiado como nunca antes con dinero extra de la Nación a partir de mayor reparto de coparticipación y la suma a las arcas del gobierno de Axel Kicillof más de 300 mil millones de pesos que el Gobierno nacional le quitó al gobierno de la Ciudad y que espera resolución de la Corte Suprema de Justicia.
Igual no alcanzó. En ese primer "round" electoral, para Alberto Fernández, el Frente de Todos obtuvo a nivel nacional el 31% de los votos, mientras que la oposición de Juntos por el Cambio (JxC), ganó con un 40%, al sumar los votos de todo el país.
El oficialismo quedó así lejos del casi 48% que había conseguido en las presidenciales de 2019, cuando venció a JxC con una diferencia de ocho puntos.
Esta rotunda derrota oficialista en las PASO del 12 de septiembre golpeó al Gobierno de Alberto Fernández y puso en juego la unidad de la alianza con renuncia en masa de ministros y funcionarios de segundas líneas que responden a la vicepresidenta, Cristina Fernández. Esta amenaza latente de quiebre forzó un cambio de Gabinete que abrió la puerta al regreso de exfuncionarios históricos del kirchnerismo como Aníbal Fernández, Julián Domínguez y dio proyección nacional al gobernador de Tucumán, Juan Manzur, que saltó a la Jefatura de Gabinete.
A partir del cambio de nombres hubo un mayor giro popular en las políticas económicas del Gobierno con el objetivo de mejorar la perfomance electoral este domingo. Para el Gobierno, recuperar algunos distritos y achicar distancias a nivel nacional es clave para mantener intacta las chances electorales del peronismo en 2023.
Ante ese escenario, el Gobierno anunció una serie de medidas especialmente vinculadas con lo económico, como un aumento del salario mínimo, mayores partidas de asistencia social y créditos, y una modificación tributaria que beneficia a personas de ingresos medios y medios-altos. Además, para intentar contener la inflación, impuso el congelamiento de precios en productos básicos y negoció con los laboratorios de medicamentos que no realicen aumentos hasta el 7 de enero de 2022. También salió a hacer una fuerte campaña en los distritos en los que ve alguna oportunidad de recuperar votos
Pero la vara está muy alta y no será tarea fácil revertir el escenario de la derrota teniendo en cuenta que al igual que las PASO, hoy se plebiscita la gestión de Alberto Fernández en medio de una prolongada crisis económica que se precipitó por el extenso parate por la pandemia. También pesó fuerte en el ánimo del electorado los errores en el manejo de la crisis por el coronavirus y los permitidos del Gobierno que enojó a buena parte de la población como el vacunatorio VIP o la fiesta por el cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yañez, en la Quinta presidencial de Olivos en plena cuarentena.
Pero pese la empinada cuesta, en el FdT creen que tienen algún margen de recuperarse en las urnas si aumenta la participación, que en las PASO fue de poco más del 66%, la más baja desde su creación hace 10 años. Ese voto es el que salió a buscar el oficialismo durante la campaña. Es la gran apuesta en la provincia de Buenos Aires, tradicional bastión peronista y corazón del kirchnerismo que concentra el 37% del electorado del país. Un empate allí, donde el oficialismo sacó en las PASO casi el 35,5% de los votos y JxC cerca del 40%, posiblemente sea considerado como una victoria para el FdT.
Estas elecciones definirán la relación de fuerzas en el Congreso que le marcará el paso a los dos últimos años de mandato de Alberto Fernández y el futuro del Frente de Todos, que con el diario del lunes empezará a definir posicionamientos de cara a las presidenciales 2023.
Qué está en juego
Una nueva composición del Congreso nacional quedará definida hoy cuando se conozcan los resultados de los comicios legislativos que se realizarán en todo el país para renovar la mitad de la Cámara de Diputados -127 bancas- y un tercio del Senado -24-, en la última prueba electoral del año, tras las PASO.
El 35, número clave
Para el consultor de opinión pública Jorge Giacobbe, si hoy el Gobierno queda por debajo del 35% -en las PASO cosechó el 31%) de los votos "entonces quizás estemos frente al inicio del ocaso de la misma Cristina Kirchner" ya que el piso electoral propio de la expresidente siempre estuvo por encima del 30%.
34 millones eligen
Unos 34 millones de argentinos están habilitados para votar en las 101.457 mesas dispuestas en todo el país, bajo un protocolo flexibilizado a partir de la mejoría que exhibe la situación sanitaria de la Argentina, que ya cuenta con más de la mitad de su población vacunada con dos dosis contra el coronavirus.
Chaco, la derrota más simbólica
La derrota más llamativa en las PASO para el Frente de Todos se registró en Chaco, tanto por los números como por su peso simbólico. En esta provincia, que alguna vez se llamó Presidente Perón y lleva 15 años bajo el control K, se esperaba una elección pareja, pero la oposición ganó por casi 10 puntos (44% a 35%). Si este domingo se repitiese el resultado, sería la primera gran derrota personal de Jorge Capitanich, uno de los gobernadores más cercanos a Cristina Fernández de Kirchner.
La capital de Chaco, Resistencia, tiene el récord nacional de indigencia, con el 16,9%, y el segundo de pobreza, con 51,9%, casi 12 puntos más que el promedio nacional.