La sequía sostenida desde hace varios meses generó complicaciones en muchas provincias del norte, centro, litoral y Cuyo con mortandad de animales, pérdidas de cultivos e incluso afectó el consumo de agua potable.

En la provincia de Buenos Aires, el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, manifestó días atrás su confianza en que la producción de granos no registre pérdidas generalizadas pese a la sequía.

Dijo que "las perspectivas económicas para la campaña 20/21 son buenas". Explicó que "en el último semestre hubo algunos déficits hídricos, pero las lluvias de octubre han sido muy favorables".

En el caso de Santa Fe, una de las principales productoras agrícolas del país, la falta de agua repercutió de manera desfavorable en los distintos sembrados, especialmente de trigo, que con el 68% de los lotes cosechados prevé una merma en la producción del orden del 50%.

En Córdoba, las escasas lluvias fueron las de menor magnitud desde que se tiene registro en los últimos 65 años, según la Administración Provincial de Recursos Hídricos. La bajante histórica en diques era otro de los daños que provoca la sequía, además de los incendios que hubo en el invierno y la primavera. La sequía que afectó al lago San Roque, que baña las orillas de Villa Carlos Paz, provocó en el último mes ocasionales faltantes del servicio en las viviendas.

En Mendoza, el Departamento General de Irrigación advirtió sobre la crisis hídrica en casi todos los ríos para la temporada 2020/2021 al señalar que será un año hidrológico "pobre", excepto el Malargüe.

Ante ello, la oferta de agua para la provincia es del 70% de un año promedio, en base al registro histórico.

Asimismo, la acumulación de nieve que se produjo en junio no tuvo continuidad en los meses siguientes, por lo que terminó la temporada con el 67% de agua de un año promedio. En San Luis, la sequía se interrumpió en la segunda semana de noviembre, con la llegada de abundantes lluvias.

En San Juan no se registraban casos de mortandad de animales por falta de agua, ni corre riesgo la provisión para consumo humano, de acuerdo a la Secretaría de Ganadería provincial y la empresa Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE).

Si bien hay registros a la baja de nevadas en la cordillera, San Juan cuenta con una cadena de embalses donde el Departamento de Hidráulica guarda agua y la dosifica para el riego agrícola, la ganadería y la potabilización.

En cuanto al servicio de agua para consumo humano, OSSE mantiene una restricción del uso de agua potable entre las 9 y las 21 para riego de jardines.

En Entre Ríos, las escasas precipitaciones, el déficit hídrico y la sequía provocaron "un escenario adverso" para la producción forrajera y "un impacto muy negativo" en la ganadería, con el agravante de que esta producción tiene plazos de recuperación mucho mayores a los de la agricultura, advirtió la Bolsa de Cereales local. La ciudad de Paraná declaró la emergencia hídrica por la sequía y la bajante del río Paraná.

En Santiago del Estero "está todo muy disperso, hay zonas que con las últimas lluvias mejoraron un poco pero otras muy difíciles, porque estas lluvias fueron intermitentes e incluso muy localizadas", comentó el prosecretario de Confederaciones Rurales Argentina (CRA), Juan Pablo Karnatz.

El ruralista comentó que "trabajamos en forma conjunta para la Emergencia Agropecuaria que ya fue homologada. Se espera el decreto nacional y de esa forma esperamos que lleguen los recursos para apoyar especialmente al pequeño productor". "Esta seca afecta al cultivo, al ganado y pasturas", comentó. En Jujuy, algunos productores denunciaron la mortandad del ganado por la falta de pasturas y agua. Télam

 

En La Pampa

En La Pampa, el subsecretario de Asuntos Agrarios, Alexis Benini, informó a Télam que "no hemos tenido que declarar ningún departamento en emergencia por déficit hídrico", aunque en algunos departamentos se hayan registrado menos lluvias y dijo que tenían "buenas expectativas" para la cosecha de trigo.