La pobreza estructural de la Argentina tiene su correlato en el déficit de los servicios públicos y mantiene una tendencia igualmente lógica: en los principales aglomerados urbanos el 89,6% de los hogares argentinos contaba al cierre del primer semestre del año con acceso a la red de agua corriente, el 70,2% a la red de gas natural y el 72,5% al servicio de cloacas. Así lo señalan los resultados informados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) sobre "Indicadores de condiciones de vida de los hogares en 31 aglomerados urbanos".
Pero es otra la realidad en la Argentina profunda. En términos totales, sólo el 56,2% de los hogares, que abarca al 50,9% de las personas, accede a los servicios de agua corriente, cloacas y gas natural, con distintas situaciones dentro del conjunto de hogares que no tienen acceso a los mismos. Es decir, que el 49,1% no tiene acceso a estos tres servicios básicos, lo que muestra un deterioro de la situación comparado con el segundo semestre de 2020, cuando el 46,4% de la población no accedía a alguno de estos servicios.
Otro dato significativo revela que el 51% de los hogares que acceden al agua por canilla comunitaria "son pobres estructurales"; 300,000 hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI).
Sobre el saneamiento, el Indec relevó que 88,1% de los hogares (donde habitan 86% de las personas) presenta condiciones adecuadas (tenencia de baño, ubicación dentro o fuera del terreno, exclusividad o no de uso, tipo de desagüe e instalación), mientras que el restante 11,9% de los hogares (donde habitan 14% de las personas) no dispone de ellas.
Según la tenencia de baño con descarga de agua, 95,1% de los hogares (y el 93,7% de las personas) habita en viviendas que poseen baño con descarga de agua; mientras que 4,9% de los hogares no posee baño con descarga de agua, lo cual implica al 6,3% de las personas.
En relación al agua en la vivienda, 98,5% de los hogares, que alberga 98,3% de las personas, dispone de ella en el interior de la vivienda; dentro de estos hogares se distinguen aquellos que obtienen el agua a través de la red pública de agua corriente (88,5% de los hogares) o a través de perforación con bomba a motor (9,9%); no obstante, 1,5% de los hogares (1,7% de las personas) debe acceder al agua fuera de la vivienda.
Según el régimen de tenencia de la vivienda que habitan, 63,6% de los hogares son propietarios de la vivienda y del terreno; 7% son propietarios de la vivienda solamente; 18,7% son inquilinos; 9,1% son ocupantes (incluye a los que pagan impuestos o expensas, gratuitos con permiso y los ocupantes de hecho); y otros (ocupantes en relación de dependencia, a los hogares que habitan en sucesión y otras situaciones).
Al primer semestre de 2021, 81,6% de los hogares y 78,7% de las personas habitan en viviendas cuyos materiales constructivos de los pisos y techos poseen calidad suficiente.
Por otro lado, el 6,3% de los hogares (7,9% de las personas) habita en viviendas cuyos materiales poseen una calidad insuficiente y 12,1% (13,4% de las personas) lo hace en viviendas cuyos materiales poseen una calidad parcialmente insuficiente.
Por otro lado, 2,3% de los hogares (214.000) se encuentra en una situación de hacinamiento crítico (hogares en los que habitan más de tres personas por cuarto), lo cual involucra al 4,2% de las personas (1.199.000). A su vez, en los hogares sin hacinamiento crítico (97,7% de los hogares, que alberga a 95,8% de las personas), 84,6% habitan menos de dos personas por cuarto y en el 13,1% habitan de dos a tres personas por cuarto. En tanto, 5,4% de los hogares (6% de las personas) habita en una vivienda cercana a basurales y 7,9% de los hogares (8,6% de las personas) habita en zonas inundables.
En el primer semestre de 2021, la población total de los 31 aglomerados es de 28.863.356 personas en 9.282.982 hogares.