Con los diputados identificados con los pañuelos verdes aferrados al argumento de que se trata de "una deuda histórica de la democracia", la Cámara de Diputados debatía anoche el polémico proyecto para legalizar el aborto en una sesión maratónica donde la balanza de la votación parecía inclinarse a favor de sí. Con los votos propios del oficialista Frente de Todos (FdT) y un puñado de aliados y opositores que apoyan la iniciativa, la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), una promesa de campaña del presidente Alberto Fernández, se encaminaba a cosechar la media sanción y dejar la batalla final para el Senado.
Los verdes confiaban en contar con más de los 129 votos para darle al Gobierno un fuerte envión justo el día que se cumplía el primer año de gestión. Según los números que manejaba anoche el gobierno, los verdes contaban con al menos 131 votos contra 119 de los celestes pro-vida.
En la Cámara Alta el oficialismo si tiene mayoría con 39 de las 72 butacas, aunque allí no está todo dicho. A esa instancia también llegó el proyecto de 2018, en aquel momento impulsado por el Gobierno de Mauricio Macri y que finalmente obtuvo un voto negativo del Senado.
El debate que arrancó a las 11:10 de la mañana, al que muchos de los legisladores acudieron vistiendo los colores de sus ideales (verde los partidarios del aborto, celeste los contrarios), comenzó con la intervención de la diputada por el Frente de Todos Cecilia Moreau, quien recordó que la Ley de Aborto responde a un reclamo social.
La sesión especial, impulsada por el jefe de bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, se desarrollaba con multitudinarias concentraciones en las adyacencias del Congreso Nacional, convocadas por los grupos verdes a favor del aborto y los celestes en contra.
A lo largo de la sesión- la primera presencial tras la pandemia- el presidente de la cámara, Sergio Massa, pidió que se cumplan los protocolos y los tiempos de oratoria.
El proyecto que se aprestaba a votar esta madrugada autoriza a realizar la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14.
Además, reconoce la objeción de conciencia de los profesionales que no quieran realizar esta práctica médica y establece que si una institución privada tiene todos objetores de conciencia debe derivar al paciente a otra sanatorio u hospital.
Como sucedió en otros debates históricos, como la ley del divorcio, el matrimonio igualitario, la ley de reproducción responsable, y el aborto en el 2018, las aguas se dividan no por afinidad política sino por las propias convicciones de cada legislador.
Los discursos muestran la división transversal que genera el proyecto que permite la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14.
Los argumentos de quienes impulsaron la legalización del aborto subrayan que se trata de un problema de salud publica y una herramienta para terminar con los abortos clandestinos, mientras quienes se oponen dijeron que se deben salvar las dos vidas y que ese principio está contemplado en la Constitución Nacional. A abrir el debate como miembro informante del dictamen de mayoría, Moreau (Frente de Todos-Buenos Aires) sostuvo que tanto el proyecto de legalización del aborto como el Plan de 1000 Días "promueven más justicia social y cuidan la salud entendida de manera integral".
Moreau afirmó que ambas iniciativas "profundizan una política de salud pública que tiene como eje el acompañamientos de las mujeres y personas gestantes y garantiza básicamente el derecho a decidir, requerir y acceder a la interrupción del embarazo hasta la semana 14 inclusive".
La diputada del Pro, Carmen Polledo, defendió el dictamen de minoría de rechazo al aborto y señalo que la iniciativa busca la "eliminación de un ser que se está gestando en el vientre materno y allí hay vida".
En su discurso, Polledo, vicepresidenta de la Comisión de Salud, consideró que "el embrión es un ser humano con ADN propio y por eso tiene derecho desde la concepción". En tanto, la diputada K, Blanca Osuna, habló desde el hospital en el cual se encuentra internada y señaló que "de ningún modo es en contra de la vida" y "por el contrario, es una apuesta al amor, a la justicia".
Los sanjuaninos
Un solo diputado por San Juan votará a favor de la legalización del aborto: Francisco Guevara, del Frente de Todos. Se espera que José Luis Gioja, Graciela Caselles, Walberto Allende (Frente de Todos), y Humberto Orrego (Producción y Trabajo) rechacen el proyecto. Eduardo Cáceres (Pro), ausente.
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El aborto clandestino cuesta 21 veces más
El aborto clandestino le cuesta al sistema de salud pública hasta 21 veces más que el aborto legal, seguro y gratuito, según un estudio realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
De acuerdo a los datos relevados, si se compara el valor de una caja de misoprostol con los costos que le implica al sistema de salud público atender las consecuencias más graves de un aborto incompleto, se concluyó que el aborto clandestino puede costar hasta 21 veces más que el aborto legal, seguro y gratuito.
En promedio, entre 2010 y 2017 se produjeron en el sistema público 45.604 egresos hospitalarios por abortos incompletos por año en el país.
De este total, el 67% requiere una intervención leve, el 31% presenta complicaciones de gravedad media y el 2% corresponde a abortos incompletos con cuadros de alta gravedad.
En este marco, el costo total ponderado de tratamientos por abortos incompletos la suma de $2.586 millones al año, lo cual arroja un costo promedio por aborto clandestino de $56.700.
Al comparar el valor de una caja de misoprostol (el método más accesible, y uno de los más seguros), con los costos que le implica al sistema de salud público atender las consecuencias más graves de un aborto incompleto realizado bajo condiciones de riesgo, CEPA concluye que el aborto clandestino puede costar hasta 21 veces más que el aborto legal, seguro y gratuito. En este sentido, para la estimación del acceso al aborto seguro, se supone un escenario donde el total de los abortos clandestinos (447.000) se realizaran a través de un método medicamentoso, con la consideración de que el 10% de esos abortos no serán exitosos y requerirán una intervención de Aspiración Manual Endouterina (AMEU) para completar el aborto.
Asimismo, CEPA señaló que con lo que le cuesta al Estado el aborto clandestino por 45.600 personas gestantes, se cubre el aborto gratuito de 425.177 personas gestantes (lo que significa el 95% de los abortos clandestinos estimados en Argentina en un año).