La grave crisis económica del país y el hartazgo de los jóvenes por los políticos tradicionales dio paso a la irrupción intempestiva del candidato libertario de ultraderecha Javier Milei que pasó, casi sin escalas, de ser casi un perfecto desconocido a tener voz y voto para convertirse en factor determinante en el resultado final de estas PASO.

El León se presenta por primera vez en su corta carrera política en una PASO nacional con aspiraciones presidenciales con la seria intención de terciar entre Unión por la Patria y Juntos por el Cambio. Su gran desafío en esta contienda electoral será superar el 17,4% de los votos que en 2021 lo consagraron diputado nacional.

En un escenario político incierto, Milei se ha instalado como un cisne negro capaz de desestabilizar la elección. Pero en las últimas semanas, un escándalo que le atribuye una venta de candidaturas parlamentarias le hizo perder centralidad, mientras los medios de comunicación conservadores lo eligieron por primera vez como blanco.

Consciente de este poder, Cristina Kirchner fue la primera en subirlo a ring al arrancar la campaña dándole la categoría de "tercer tercio", es decir, equiparándolo con un poder de fuego electoral similar al del peronismo y de la oposición.

Con un caudal electoral que iría de los 17 hasta los 20 y tanto puntos, probablemente Milei no gane las PASO de este domingo pero arrastra un "voto emocional" que podría derramarse en un eventual balotaje hacia Juntos por el Cambio, especialmente a Bullrich, quien se muestra más identificada con ideas conservadoras. Pero teniendo la misma lógica, podría restarle votos a Bullrich o a Juntos por el Cambio en general, lo que agranda las chances del precandidato del oficialista Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, de ganar las PASO y erigirse como el candidato más votado individualmente este domingo.

Con un discurso disruptivo, el candidato de Avanza Libertad supo enamorar a los más jóvenes y su gran desafío será traducir en votos esa empatía en un año en el que el horno no está para bollos. Para eso, un ejército de influencers inundaron Tik Tok y otras redes sociales para mantener viva la llama con spots y videos que reclaman el apoyo al "León" en momentos en que el electorado argentino muestra una fuerte apatía que se traduce en crecimiento del ausentismo y del voto blanco.

Todos los canales de televisión hablan de él. Su nombre se filtra en conversaciones de taxis y peluquerías, pronunciado tanto por quienes lo ven como la última oportunidad para arreglar la economía como por quienes le tienen pánico a sus propuestas. Entre esas, cuenta su propuesta de dolarizar la economía que dio lugar a extensos debates. El economista de 52 años propone la dolarización total de la economía para terminar con la "maldita" inflación y eliminar el Banco Central. También afirma que el colapso climático es "otra mentira del socialismo". Además, Milei propone un sistema de vouchers para una reforma de educación pública, una privatización paulatina del sistema de salud, la desregulación en el mercado de armas y la derogación de la obligatoriedad de la Educación Sexual Integral (ESI), a la que considera instrumento para la destrucción de la familia. Muchas de sus propuestas lo han enredado en polémicas, como cuando dijo estar a favor de un mercado para la venta de órganos.

Milei, que se identifica con líderes de ultraderecha internacional como Jair Bolsonaro, Santiago Abascal y Donald Trump, se presenta como un outsider que va a acabar con la "casta política". En esto ha tenido éxito: nunca antes se ha debatido tanto sobre los sueldos y privilegios de políticos. Pero también es cierto que lejos de algunas caricaturas que lo retrataban como un fenómeno de clases acomodadas, en las legislativas de 2021 en las que resultó electo diputado nacional, a Milei le fue mejor en las comunas más pobres de la Ciudad de Buenos Aires, en el sur de la capital. En esta campaña son varias las voces que alertan sobre la penetración del libertario en zonas populares y de raigambre peronista, aunque confiesa que admira a Carlos Menem.

Pese a ese alto grado de exposición, Milei y sus armadores -un círculo de allegados en el cual su hermana Karina desempeña un rol central- tuvieron problemas para consolidar una estructura nacional con peso específico. Todo su poder hoy radica en su figura. Este año, Milei viajó por todo el país y se alió con distintas fuerzas provinciales pero el resultado siempre fue el mismo: magro y no logró hacer pie en las provincias.

Hoy comienza a reescribir la historia y las urnas revelarán si Milei llegó para quedarse con pretensiones serias de pelearle espacios a la "casta" o si sólo es fruto de una Argentina frustrada de la política tradicional que tiene fecha de vencimiento.