Con sabor agridulce recibió el Gobierno el dato de la inflación de diciembre que difundió ayer el INDEC que da cuenta de una suba del Indice de Precios al Consumidor (IPC) de 5,1% en diciembre lo que confirma que se mantiene el nivel después de la desaceleración de noviembre que cerró en 4,9%.

También superó al 50,1 por ciento de 2021, según el INDEC. Pero el dato clave es que con este 5,1% arriba en diciembre, la inflación interanual de todo 2022 (comparado con todo 2021) alcanzó el 94,8%, el peor registro desde 1992, treinta años atrás, cuando en enero el acumulado anual había sido del 76%. Incluso es mayor, por lejos, que la inflación durante la presidencia de Mauricio Macri cuando en 2019 el valor interanual trepó a 57,3%.

Por su parte el acumulado en los 12 meses del año sumó 68,6% -ver infografía-.

En diciembre, la división de mayor aumento en el mes fue Restaurantes y hoteles (7,2%), seguida por Bebidas alcohólicas y tabaco (7,1%). A su vez, en el último mes del año 2022 se destacó el incremento del servicio doméstico, que impactó en Equipamiento y mantenimiento del hogar (5,9%); de los combustibles, con incidencia en Transporte (5,8%); y de la cuota de medicina prepaga, dentro de la división de Salud (5,7%).

La suba de Alimentos y bebidas no alcohólicas (4,7%) fue la que más incidió en la mayoría de las regiones. Se destacó el aumento de Frutas; Aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos; Pan y cereales; y, en algunas de las regiones, Verduras, tubérculos y legumbres.

A nivel de las categorías, el IPC Núcleo (5,3%) lideró el alza mensual, seguido por Regulados (5,1%), impactaron, entre otras, las subas de combustibles y de las cuotas de medicina prepaga y Estacionales (4,6%).

La primera semana de enero puede tomarse como un alerta amarilla acerca de la dinámica inflacionaria: la medición de una de las principales consultoras que monitorean la evolución de los precios de los alimentos y las bebidas dio una suba del 2,3%, el peor nivel desde octubre del año pasado.

Lo concreto es que el inicio del año muestra un recalentamiento de los precios de los alimentos respecto de las semanas previas.

Las frutas mostraron subas del 8,2% en promedio, la semana pasada. A su vez, las verduras se encarecieron un 3,3%. A su vez, los otros rubros que subieron más que el promedio fueron: ‘lácteos’, con el 2,6%. Y las ‘bebidas’, con el 2,5%. Por el contrario, la carne sigue jugando a favor del índice de precios. La semana pasada registraron un alza de apenas el 0,8%.

El peso de la carne en el índice de precios es del 9,1%. Y llega al 25,6% de la canasta de alimentos (sin incluir a las bebidas ni a los consumos fuera del hogar).

Los datos ilustran a la perfección lo que está sucediendo con la dinámica inflacionaria y la dependencia de ese proceso con el precio de la carne vacuna. En las últimas dos semanas hubo una incipiente suba de los precios del ganado en pie, y en el campo prevén que se viene un cambio de tendencia, que a los productores los podrá alegrar pero que ya pone en alerta roja a Sergio Massa.

La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, fue consultada ayer en una conferencia de prensa sobre el índice de inflación, específicamente en relación con la leve suba que la tasa mostró en diciembre con relación a noviembre.

‘El ministro Sergio Massa se planteó como meta que la inflación no fuera como pronosticaban algunas consultoras, de tres dígitos en el año, y se planteó una reducción de un dígito cada 75 días. Entendemos que ese objetivo se está cumpliendo’, respondió.

 

  • Lo que más se encareció durante 2022

Para los amantes de la ensalada mixta el 2022 representó un golpe al bolsillo. Prepararse una ensalada mixta, costó en diciembre pasado hasta el triple de lo que valía un año atrás, ya que el precio de la lechuga fue el que más aumentó en 2022, con un alza de 408% (el kilo pasó de $152 a $771). Estuvo seguido por la cebolla, con un incremento de 337% (subió de $58 a $255).

El tomate redondo no estuvo entre los 10 alimentos que más se encarecieron, pero con un aumento de precio de 105% (el kilo pasó de $113 a $232 en diciembre pasado), le ganó holgadamente al 94,8% del índice general de precios.

La carne fue lo que menos subió el año pasado. Los cinco cortes que mide el Indec muestran que la carne picada aumentó 38%; el asado, 40%; la nalga y el cuadril, 44%, y la paleta, 45%. El kilo de asado subió de $885 a $1242; la nalga, de $1023 a $1469, y el cuadril, de $945 a $1362. Entre los factores que explican el comportamiento de la carne están: una mayor producción, la sequía (que obligó a adelantar ventas de ganado o rematar las cabezas) y precios internacionales más bajos. Entre los 10 productos de consumo masivo que más subieron de precio, se encuentran: la batata y la papa, con un alza de 293% (el kilo valió en diciembre $335 y $211, respectivamente); el limón, 222% ($285 el kilo); el azúcar, 208% ($252); el zapallo anco, 178% ($261); el aceite de girasol, 162% ($776), y la manzana y los huevos (158%). Fuera de los alimentos, los que más aumentaron fueron pañales descartables (152%), jabón de tocador (147%), jabón en polvo para ropa (146%), lavandina (123%), algodón (120%) y champú (98%).