Si bien la legalización del aborto merodeaba por la tarde como una cuestión con riesgos de tener que esperar hasta 2019, el Gobierno planeaba antes de la votación de ayer impulsar la despenalización de la mujer en la interrupción voluntaria del embarazo en el proyecto de reforma del Código Penal que enviará este mes al Congreso.

De ese modo no habrá que esperar próximos tratamientos con fechas inciertas para avanzar en ese paso que en la Casa Rosada consideran menos controvertido, aunque la asistencia médica garantizada por parte del Estado quedaría limitada a los casos de violación y riesgo de vida de la mujer.

La alternativa de avance acotado en el Código Penal puede ser analizada en las próximas horas. "Estamos esperando el resultado de la sesión, pero ya sabemos que por un tiempo puede ser la única chance que queda", dijo uno de los funcionarios a favor de la legalización y con la mirada en que la despenalización de la mujer reúne consenso, aun de los sectores que resistieron el proyecto. Antes de la votación de ayer en el Senado, aseguraban que si el proyecto fracasaba no iba a poder tratarse hasta el próximo período parlamentario y a su vez será difícil que suceda en un año electoral. Entonces, la discusión allí arrancaría de cero otra vez, con la misma iniciativa o con otra más acotada.

Para la reforma del Código, la comisión de expertos aconsejó en los casos de aborto reemplazar, en el caso de las mujeres, la prisión por otro tipo de penas y el Gobierno a través del ministerio de Justicia, conducido por Germán Garavano, buscaría que directamente quede sin sanción en la redacción. De ese modo el aborto seguirá configurado como un delito, aunque no habría pena para la mujer (se mantendrá para médicos, cirujanos, farmacéuticos, como en el actual Código).

El texto estará listo dentro de dos semanas para que Macri lo envíe al Congreso. El Ejecutivo propondrá convertir en ley los pronunciamientos de la Corte Suprema en el fallo "F.A.L", de 2012 y garantizar un protocolo de asistencia médica para los abortos producto de una violación o por riesgo de vida de la mujer. Un sector de los impulsores de la legalización exploraron llevar al recinto del Senado una iniciativa en esa línea, ante la perspectiva desfavorable en la previa.

 

Polémica con Rodolfo Urtubey

El senador Rodolfo Urtubey generó polémica al afirmar durante la sesión que "a veces la violación es un acto no voluntario con una persona que tiene una inferioridad absoluta de poder frente al abusador". Como por ejemplo en el abuso intrafamiliar, en el que consideró que "no se puede hablar de violencia pero tampoco se puede hablar de consentimiento, sino de una subordinación". El legislador, contrario a la despenalización, lanzó estas afirmaciones al proponer una modificación del Código Penal que defina cuáles son los límites de los únicos casos de aborto.

 

El ejemplo de Alfredo De Ángeli

En pleno debate por la despenalización del aborto en la Cámara de Senadores, el senador nacional Alfredo De Ángeli justificó su voto en contra de la ley poniendo como ejemplo su infancia en Entre Ríos, hablando de su familia.

"Los que venimos de una familia numerosa, como es el caso mío de diez hermanos, valoramos mucho el encuentro. Y lo vemos en el interior profundo de nuestras provincias. A esas familias (numerosas) jamás se les pasó por la cabeza abortar un hijo, lo criaron con humildad", contó De Ángeli.