La Cámara de Diputados se aprestaba anoche, al cierre de esta edición, a aprobar en forma unánime un proyecto de ley para bloquear cualquier posibilidad de reducción de penas a los condenados por delitos de lesa humanidad, como una forma de dar respuesta a la interpretación que hizo la Corte Suprema al aplicar el 2×1 a favor del represor Luis Muiña. Y hoy el Senado planea convertirlo en ley.

En un hecho poco habitual, el debate del proyecto aglutinó a todas las fuerzas de la Cámara, que se unieron para alterar el temario de la sesión con el fin de incluir el tema de la conmutación de penas sobre el que se expidió la Corte Suprema.
El ingreso de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo a las bandejas del recinto de la Cámara generó el aplauso de pie de los diputados de todas las bancadas.

Todos los bloques de Diputados unieron fuerzas para dar media sanción al proyecto.

Durante la sesión los referentes de todos los bloques comenzaron a trabajar en un texto consensuado en base a los seis proyectos que habían presentado legisladores de diferente extracción política. Los diputados que presentaron proyectos fueron Victoria Donda, de Libres del Sur; la socialista Alicia Ciciliani; el kirchnerista Héctor Recalde; los macristas Daniel Lipovtezky y Pablo Tonelli y Remo Carlotto, del Movimiento Evita.

En la mayoría de las iniciativas se planteaba eliminar cualquier amnistía o indulto a los genocidas y se especifica que no se podrá aplicar la ley del 2×1 a los condenados por delitos de lesa humanidad.

En el texto unificado que circuló por las bancas y que se disponía a aprobar la Cámara Baja, los diputados aclaran que el beneficio del 2×1 ‘no es aplicable a conductas delictivas que se encuadren en la categoría de delitos de lesa humanidad, genocidio o crímenes de guerra, según el derecho interno o internacional‘.

En el segundo artículo, precisa, además, que el beneficio del 2×1 ‘será aplicable solamente a aquellos casos en los que el condenado hubiere estado privado de su libertad en forma preventiva durante el período comprendido entre la entrada en vigencia (1994) y la derogación (2001) de aquella ley‘. Por último, en un tercer artículo, se deja asentado que esa interpretación es la que debe aplicarse a todas las causas en trámite.

El proyecto va en línea con la Ley 27.156, sancionada en 2005 por impulso del entonces diputado Horacio Pietragalla, sobre prohibición de indultos, amnistías y conmutación de penas en este tipo de crímenes, “bajo sanción de nulidad absoluta e insanable del acto que lo disponga”.

La sesión tuvo momentos emotivos, aunque no faltaron los cruces, protagonizados sobre todo por la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien levantó la temperatura con acusaciones al kirchnerismo por no haber subsanado en 12 años de gobierno la “omisión legislativa” que permitió el 2×1.

El pedido para tratar el tema estuvo a cargo de Donda, quien en carácter de presidenta de la comisión de Derechos Humanos, solicitó ‘dar un contundente y claro mensaje a la Justicia que en este país no vamos a renunciar a la memoria, verdad y justicia‘.

La legisladora y nieta recuperada aseguró que ‘es grave la interpretación equivocada y vergonzosa que hizo la Corte Suprema que benefició a un genocida’ y dijo que ‘no queremos a ningún genocida caminando en nuestras calles’. Ya en su discurso de fondo, al hablar sobre el proyecto, expresó: ‘No vamos a permitir que se quiera volver a levantar un muro de impunidad en nuestro país; ¡a los genocidas no se los perdona!’.

Por su parte Remo Carlotto, diputado del Movimiento Evita e hijo de Estela, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, reclamó ‘que los represores cumplan la totalidad de la pena’ y calificó al fallo de la Corte Suprema como ‘vergonzoso’ y que ‘ofende en todos los órdenes’.

Por el Frente para la Victoria, el también hijo de desaparecidos, Juan Cabandié, consideró que ‘los días previos a esta sesión fueron muy movilizantes‘ y utilizó parte de su discurso para internar demostrar que el fallo de la Corte fue instigado por el Gobierno nacional.

Descontando la aprobación del proyecto, las autoridades del Senado decidieron convocar a una sesión para mañana a las 10 con el objetivo de abordar su tratamiento.

 

Hoy el Senado quiere convertirlo en ley
 

Senadores del oficialismo y de la oposición acordaron celebrar hoy una sesión especial para debatir un proyecto de ley que limite la aplicación del 2×1 en delitos de lesa humanidad. Sin embargo, la ausencia de varios legisladores conspira contra la posibilidad de llevar a cabo ese plenario.

La decisión se tomó mientras Diputados debatía un texto que establece que la Ley 24.390 ‘no será aplicable a los delitos de genocidio, de lesa humanidad y crímenes de guerra’, de acuerdo con lo contemplado en convenios internacionales.

Según se acordó, la sesión especial comenzará a las 10, una hora y media antes de un acto de repudio que encabezará la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo en el Salón Provincias de la Cámara alta.

Durante la tarde, el presidente Provisional del Senado, Federico Pinedo; y el jefe del bloque del FPV, Miguel Angel Pichetto; dialogaron varias veces para acordar la sesión especial. Sin embargo, los deseos de los legisladores chocan de frente con la falta de senadores en la Ciudad, ya que, originalmente, no había ninguna sesión programada para esta semana. ’Vamos a intentar juntar a toda la gente que podamos para sesionar’, afirmó Pichetto.