A un año y un mes de su debut en la Bolsa de Nueva York, la cementera Loma Negra está acusada en los Estados Unidos de haberle hecho perder dinero a accionistas que apostaron por invertir en sus papeles, por haber participado en hechos de corrupción en la Argentina. De prosperar la acusación, generaría una jurisprudencia demoledora contra las compañías que cotizan en Wall Street y que también están involucradas en los casos locales de corrupción.

 

La causa, la segunda que sufre Loma Negra en Wall Street durante el 2018, fue iniciada por un grupo de tenedores de estos papeles, en su mayoría ciudadanos norteamericanos con dinero en fondos de inversión, encabezados por el ahorrista Eugenio Carmona; quienes se presentaron una demanda colectiva ante la legendaria corte del segundo distrito de Nueva York (donde Argentina aún lidia contra los fondos buitres), pidiendo un juicio por jurados, reclamando por la posible participación de la empresa “en actos de corrupción” y de haber “inflado” la IPO (Initial Public Offer); esto, la oferta pública en la que se lanzaron las acciones de la cementera por primera vez en Wall Street en noviembre del año pasado. Los accionistas demandan además a los bancos que intervinieron por haber presentado tanto la situación de Loma Negra como la del país con una ponderación muy superior a la real.

 

Las argumentaciones contra Loma Negra presentadas ante los tribunales son durísimas. En un primer párrafo se habla de “sobornos pagados durante la administración Kirchner para obtener contratos en la obra pública de Argentina, incluyendo la construcción de la planta de tratamiento de aguas del Bicentenario en la Provincia de Buenos Aires”. La mención hace referencia a la planta depuradora de líquidos cloacales “Del Bicentenario” ubicada en Berazategui, inaugurada en 2014 y definida por el gobierno anterior por la obra de saneamiento más importante de la Argentina y una de las mayores del mundo. Según la presentación, sufrió un “daño reputacional” y un “impacto adverso en los negocios” por los “casos de corrupción en marcha”, en referencia a la causa Cuadernos. Según la presentación, los casos de “corrupción masiva” donde está incluida la “compañía matriz de Loma Negra” ponen hoy en serio riesgo la vigencia del a obra pública para infraestructura necesaria para la Argentina. Menciona la presentación judicial que la presencia de Loma Negra en las acusaciones de corrupción provocará que la compañía quede excluida de futuros contratos de obras públicas.

 

Además, y dentro de los riesgos financieros, mencionan los demandantes que la política del gobierno de Mauricio Macri de severo ajuste fiscal impulsado por la crisis económica, genero retrasos en los pagos a los contratistas de las obras públicas (algo que en realidad no está ocurriendo) lo que afectaría a todo el mercado de la construcción civil, incluyendo a Loma Negra.

 

Esta presentación, se suma a una anterior de julio pasado, donde otros tenedores de acciones, en plena crisis financiera y antes del estallido de la causa de los “cuadernos”, reclamaban ante los mismos tribunales de Estados Unidos por no haber anticipado las consecuencias de la crisis financiera argentina en las acciones de la compañía en Nueva York. Y que durante la presentación de la IPO no se advirtió desde los bancos colocadores (J.P.Morgan y Alaria) sobre la endeblez de la situación fiscal del país y de la cercanía que las cuentas públicas argentinas tenían de un eventual default. La presentación, en ese momento y con esos argumentos, resultaba a primera vista judicial y financieramente poco sólida.

 

En definitiva, según la jurisprudencia del capitalismo, perder dinero por una crisis cambiaria y estructural, está dentro de la esencia del capitalismo. Sin embargo, el mismo argumento es el que volvió esta semana, pero agravado por la vinculación de Loma Negra con las causas de corrupción vinculadas a la obra pública en el gobierno anterior y las consecuencias negativas derivadas de estos hechos en el valor de las acciones. Esto habría violado las leyes de ética pública y perjudicado en consecuencia el patrimonio de los accionistas. La crisis y la falta de anticipación de los bancos sólo habría agravado la situación.

 

La IPO de la discordia había sido lanzada en noviembre de 2017 en un estruendoso acto en Wall Street. Por esa operación la cementera propiedad de los brasileños de Camargo Correa recaudó unos u$s980 millones. En ese momento, Sebastián Maril, analista de Research for Traders, advirtió que “este juicio abre las puertas a cualquier accionista que inicialmente compró acciones en un IPO el año pasado o anteriormente y sus colocadores no lograron “anticipar” la situación económica argentina y las decisiones del Gobierno sobre el sector de la construcción (citados en la demanda), inicie demandas similares contra otras empresas”.

 

La emisión de las IPO correspondieron a unas 50.200.000 American Depositary Share (ADS), equivalentes a 251 millones de acciones ordinarias (u$s3,80), que representan cerca del 40% del valor total de la compañía. Las explicaciones que Camargo Correa había mencionado en la colocación, era que ese dinero estaría destinado a financiar inversiones en capital en la Argentina. Loma Negra es el principal productor de cemento del país dominando el 45% del mercado.

 

Fuente: ambito.com