La demanda eléctrica de las pymes, un indicador que encuentra correlato con el nivel de actividad industrial, cayó otro 2 por ciento en febrero, lo que constituye la tercera baja consecutiva desde diciembre lo que visibiliza el retroceso del sector. Y según el diagnósticos de los empresarios, estos números aún no muestran lo peor ya que recién en marzo se comenzará a reflejaren en las boletas los incrementos tarifarios anunciados por el Gobierno nacional.

En enero de este año, contra el mismo mes de 2023, la caída de la demanda energética en la industria fue más pronunciada, del 7,5%. Si bien el mes pasado la baja fue moderada, empresarios advierten que en marzo empeorará el panorama porque sufrirán el impacto de los aumentos de electricidad.

En su totalidad, el indicador disminuyó un 0,5% de forma interanual en febrero, contra el 5% de enero. El dato no guardaba relación con el nivel de producción industrial.

Desde la organización OCIPEX explican que la significativa diferencia radica en la temperatura: “Febrero de 2024 fue más caluroso que febrero de 2023. Durante el mes pasado se registró el pico de demanda eléctrica por el día más caluroso del año. Un comercio tuvo el aire prendido todo el día, lo mismo que una fábrica chica”. Así, en el desagregado, comercios y servicios mantuvieron una demanda de 5,1%, pero petróleos y minerales una contracción del 3,9% e industria 2%. Sin embargo, desde la entidad advierten que estas caídas en la demanda “se producen antes del aumento del 128% del precio de la electricidad”. La suba fue establecida a partir de la resolución 7/2024 y se registrará entre marzo y mayo.

Así, el Gobierno eliminó los subsidios colocando un único precio estacional para todos los usuarios, excepto en familias de ingresos bajos y medios. Según OCIPEX, para comercios representa una suba de 275%, para el alumbrado público una suba de 211%, hospitales y escuelas 246%, y clubes de barrio, los más perjudicados, un aumento del 1258%.

Mauro González, titular de la Confederación General Pyme argentina, asume que las pymes se encuentran “en un escenario totalmente de crisis”. Según el empresario, la película se compone no sólo del aumento de las tarifas energéticas, sino que el alto índice de inflación, la apertura indiscriminada de las importaciones y la caída de la actividad, en la que algunos sectores “alcanza al 50%”.

En este escenario, el empresario señala que ya comenzaron las suspensiones en el sector, así como también recortes de turnos y, de no revertirse la situación, “se verán cierres de industrias a mitad de año”.