La jueza de La Rioja Graciela Páez de Echeverría aseguró ayer que la beba cuya madre confesó haberla enterrado, estaba viva en el momento de ser sepultada en un descampado de la localidad de Villa Castelli. Catalina Rojo, de 29 años, fue dada de alta del Hospital zonal y permanecía ayer detenida en la comisaría de Villa Unión.
