En su editorial del pasado sábado, la agencia estatal rusa de noticias, Sputnik, calificó como "hipocresía y traición" la condena realizada por el presidente Alberto Fernández a la invasión de las tropas del Kremlin en Ucrania. "El nivel de traición del presidente argentino hacia su par ruso, está fuera de duda y fuera de concurso", cita el texto firmado por el periodista uruguayo radicado en Moscú, Javier Benítez.
Según el artículo de opinión, la postura del presidente argentino "avala el genocidio de Kiev en el Donbás, y a los batallones nazis que lo ejecutaron durante los últimos ocho años".
"Luego de que Rusia haya sido la gran ayuda de Argentina al suministrarle vacunas Sputnik V para combatir la pandemia, algo que el mismo Fernández en su visita a Moscú el pasado mes de febrero ha reconocido en la cara del presidente, Vladímir Putin, y tras la ”hazaña” del mandatario argentino de impulsar la expulsión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos, ahora se despachó a gusto en su visita a Alemania", continúa el texto.
El artículo también hace referencia a las advertencias hechas por Bruno Lima Rocha Beaklini, doctor en Ciencias Políticas, quien comparó la postura argentina con la de la cancillería brasileña. "A pesar de ser un desastre, se portó un poco mejor (que Argentina), porque hizo todo los posible para no condenar a Rusia", dijo.
"El presidente de un país y donde muchos millones no acceden a alimentos, se propone venderle alimentos a Alemania", cuestionó el periodista firmante. "Va a ofrecer gas de esquisto a un país como Alemania, que supuestamente ha firmado ciertos compromisos con el medioambiente y la Agenda 2030. Como dice la frase, la necesidad tiene cara de hereje", cuestionó.
El texto también interpela a Fernández por su "memoria selectiva", tras calificaciones como “agresión inmoral” la ofensiva que inició Rusia en marzo pasado.
"Huelga pedirle que realizara manifestaciones sobre el genocidio, las torturas, los asesinatos a ancianos, mujeres y niños que sistemáticamente ha venido realizando el régimen de Kiev desde 2014, al amparo de la propia Alemania, y también de Francia, que en todo momento hicieron la vista gorda y no hicieron nada para que Ucrania cumpliera con los acuerdos de Minsk. Tampoco lo ha hecho la ”comunidad internacional” en su conjunto, ni la propia ONU", cierra el artículo.