Después de un proceso de salvataje que no obtuvo la respuesta esperada, el juez comercial Javier Cosentino dictaminó la quiebra de la principal empresa del Grupo Indalo, dueña además de las principales acciones de los medios de comunicación: Oil Combustibles SA. La quiebra será con continuidad productiva, tal como había contado Clarín y se busca así mantener los puestos de trabajo de la refinería de San Lorenzo.

 

Después de ser el corazón del Grupo Indalo, su principal proveedora de préstamos y el activo más valioso, Oil Combustibles SA, finalmente quebró. Con sus dueños -Cristóbal López y Fabián De Sousa- presos por defraudar al Estado, comienza ahora un período de evaluación de ofertas sobre los bienes de la empresa, que estará vigente durante veinte días.

 

En dicha instancia, los interesados en adquirir los activos de Oil podrán ofertar y será el juez Cosentino quién decida a favor de la mejor propuesta. La petrolera que emplea de forma directa a 400 trabajadores, cuenta con una red de 360 estaciones de servicio,una importante flota de camiones y vehículos, un puerto, la refinería, inmuebles, entre otras propiedades.

 

Se inicia ahora una etapa de desmembramiento de la empresa,los interesados ya no deben adquirir -como en el salvataje-, la totalidad de la compañía, sino que podrán ofertar sólo por el activo que les resulte más beneficioso. Entre las compañías interesadas, se encuentra YPF según confirmaron fuentes oficiales.

 

"Es una etapa en la que la principal responsabilidad la tendrá el juez para maximizar el valor de los activos de Oil", indicaron a este medio fuentes oficiales. El Estado busca cobrar la multimillonaria deuda que el empresario K generó con la AFIP, pero con la firma en quiebra esto llevará más tiempo y no está garantizado que se logre recuperar la totalidad de la suma reclamada: $ 17.000 millones.

 

No será sencillo porque es un "entramado complejo", explicaron fuentes judiciales. Oil es dueña de la mayor cantidad de acciones de los medios de comunicación de Cristóbal López y esto podría condicionara a algunos interesados, aunque no se descarta un "desmembramiento total del grupo". La quiebra, sin embargo, es con continuidad productiva buscando garantizar los puestos de trabajo.

 

La empresa petrolera fue utilizada por López para no pagar a la AFIP el Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) durante el último gobierno de Cristina Kirchner. La deuda ascendió a $ 8.000 millones y con dichos fondos, que mes a mes debían tributarse, el empresario K "se financió y amplió su conglomerado" adquiriendo más firmas, según corroboró la Justicia.

 

A la fecha la deuda con punitorios e intereses, supera los $ 17.000 millones y en esta instancia con la empresa quebrada, la AFIP buscará cobrar la mayor cantidad posible de dicha suma. Pero anticipadamente, decidió ir contra los directores de la empresa, López y De Sousa, de quienes identificaron bienes tanto en el país como en el extranjero.

 

Cabe recordar que la AFIP ya inició una demanda civil por daños y perjuicios contra ambos, al considerar que la maniobra encabezada por ellos generó un "grave daño al Estado" privándolo de "fondos millonarios". Por ello, exigieron que hagan frente con sus bienes a dicho perjuicio.

 

Este miércoles el juez Cosentino estuvo en la refinería de la empresa. Allí habló con un grupo de trabajadores  a quienes se les informó que en las próximas horas se dictaminaría la quiebra de Oil, pero buscando que la misma sea con continuidad.

 

Entre otras cosas, durante esa reunión, se les garantizó a los trabajadores el pago de los salarios del mes en curso y en caso de que no haya un comprador y se proceda a los despidos de los 400 trabajadores, se aseguró que habría fondos para hacer frente a las correspondientes indemnizaciones.