La información brindada por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, durante la sesión del miércoles en el Congreso provocó malestar entre algunos miembros de la cúpula de la Iglesia argentina.

 

“Los 40 mil pesos, creo que esa es la suma, los gasto en darle a los pobres. Tengo clientes fijos y sacerdotes a los cuales les falta, y también en pequeñas cosas mías”, sintetizó el Arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, en declaraciones a radio Continental.

 

“Si me lo rebajan o me lo quitan me arreglaré como pueda. Pero aquí hay una razón histórica muy fuerte que tiene que ver con el hecho, también histórico, de que la mayoría del pueblo argentino es bautizado en la Iglesia Católica”, señaló el prelado.

 

Aguer anticipó que “la Iglesia no podría prescindir de eso” porque “es un aporte importante”del Estado ya que “lo que es la limosna en la misa es una colecta miserable”.

 

Por su parte, Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, en Córdoba, aseguró que gana 46 mil pesos por mes pero aclaró que “hay un porcentaje que va a un fondo solidario” por ejemplo, para tratamientos médicos de los religiosos, informó el sitio La Voz.

 

“Lo demás”, indicó Buenanueva, “unos 42 mil, son para mantener mi casa, para la comida y para mi vehículo. Lo que queda va al sostenimiento de los gastos ordinarios del obispado, que son muchos”, aclaró.

 

“Las cifras son conocidas. Lo que me extrañó es que los legisladores, que son los que aprueban el Presupuesto, donde una parte está destinada al sostenimiento de la Iglesia Católica, hayan preguntado eso”, sentenció Buenanueva.

 

Peña respondió a la diputada porteña Carla Carrizo, del bloque Evolución, liderado por Martín Lousteau, que el Estado argentino le dará a la Iglesia $130.421.300 este año.

 

De acuerdo a esta cifra, el obispo de cada Diócesis recibirá por mes $46.800, los obispos auxiliares, $40.950, y los obispos eméritos percibirán $40.950.