Mientras espera una definición de la Corte Suprema de Justicia, que tiene en su poder el amparo presentado por la Ciudad ante la suspensión de las clases presenciales, la ministra de Educación porteña Soledad Acuña sostuvo que, pese a no tener plazos, hay una “demanda muy fuerte” por parte de las familias. “Amerita decisiones apresuradas”, señaló la funcionaria.
El máximo Tribunal recibió el viernes la respuesta que había solicitado a la Procuración General de la Nación y deberá empezar a trabajar en el expediente originado por la solicitud de amparo del Gobierno capitalino para que las clases presenciales en la Ciudad no se vean interrumpidas por el decreto que emitió la Casa Rosada.
“La Corte no tiene plazos, pero hay una medida cautelar y una demanda tan fuerte, que fue la reacción de las familias, que me parece que eso también los jueces lo escuchan y entienden la gravedad de la situación”, remarcó Acuña en diálogo con CNN Radio este sábado.
“Me encantaría poder darles a las familias la información y tranquilidad que les permita organizarse para el lunes. No quiero resignarme a que no haya oportunidad”, indicó. “La Corte tiene que resolver la cautelar, que supone una decisión de urgencia, hasta que se resuelva la cuestión de fondo”, explicó.
La ministra porteña no descartó que esa situación se resuelva de forma inmediata, aunque insistió en que continúan pendientes de novedades. “Nosotros esperamos que suceda durante el fin de semana. No vamos a dejar de insistir”, dijo.
En ese sentido, se refirió a los argumentos que Alberto Fernández utilizó para justificar la medida. “Se puede garantizar la baja de la movilización sin descontar la presencialidad de los grupos que son prioritarios”, señaló. “No vamos a dejar de insistir en la discusión con los actores nacionales, tanto con el Presidente como con el ministro de Educación y también con el de Transporte, porque uno de los argumentos más fuertes que dio el Presidente fue que el problema no es la escuela sino la movilización en torno a ella, que eso es lo que genera contagios. Pero no tienen bien los datos de contagiosidad y de transporte”, reclamó.
Acuña se refirió además al encuentro que mantuvo con su par de Nación Nicolás Trotta y los ministros provinciales. “Acordamos entre los 24 ministros, los sindicatos que estaban presentes y los equipos del ministerio de Educación que las escuelas era lo último que se cerraba. Era un consenso que habíamos alcanzado oficialismo, oposición, los sindicatos, las familias, los estudiantes”, indicó. “Y a las pocas horas el Presidente salió a decir otra cosa. Está claro que no fue una decisión consensuada con su equipo ministerial. De mínimo fue improvisada e inconsulta”, apuntó.
“Apelamos a que los jueces entiendan que es una cuestión de derechos de los niños. Las familias, los chicos, las escuelas se están haciendo oír. Saben que las escuelas no son un lugar de riesgo”, cerró la funcionaria.