La Legislatura porteña aprobó ayer la reforma del Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, más conocida como "ley anti Uber", que estipula multas de 200 mil pesos y el retiro de la licencia de conducir a todos aquellos que transporten pasajeros de manera ilegal, en una votación festejada como un logro propio por cientos de taxistas.
Con 37 votos afirmativos sobre un total de 57, el proyecto presentado por el oficialismo y con el apoyo del GEN y del bloque peronista, era fuertemente resistido por Uber -que consideró que la iniciativa "castiga y persigue" a la empresa- y reclamada por diversas agrupaciones de taxistas.
De hecho, los choferes de taxis pusieron un marco negro y amarillo a la Legislatura porteña, donde festejaron con bombos, platillos y estruendo la aprobación de la norma. Los taxistas se habían congregado desde las 10 en tres puntos neurálgicos del centro porteño -9 de Julio y Tacuarí, Carlos Pellegrini y Diagonal Norte, y San Juan y 9 de Julio- previo a marchar con sus autos hacia las puertas del Parlamento local, desde donde siguieron la votación.
Además de pancartas contra la empresa estadounidense y los legisladores que ya habían adelantado su voto en contra de esta regulación, reclamaban el control del tránsito vehicular para detectar a las miles de personas que trabajan con sus autos particulares a través de la aplicación.
"Sentimos que soportamos una competencia desleal. Nosotros pagamos un montón de cosas que ellos no pagan y no queremos emparejar para abajo", comentó Gabriel, uno de los manifestantes de la Sociedad de Propietarios de Automóviles con Taxímetro.
La flamante ley estipula que los agentes viales podrán retener la licencia de manejo a quien "preste un servicio de transporte de pasajeros sin el permiso que la normativa aplicable requiera".
Télam