La CGT realizará hoy su primer paro general al Gobierno, tras 15 meses de gestión, con el fundamento de que existe ‘un malestar social‘ frente a las políticas económicas que lleva adelante el presidente Mauricio Macri, quien fue taxativo ayer ante sus ministros en una reunión de Gabinete: ‘Debemos garantizar la libre circulación en las calles el día del paro para todos aquellos que quieran y puedan ir a trabajar por sus propios medios; en esto no vamos a aflojar‘. En este sentido, Macri instó a su ministros a combatir las mafias y la corrupción, ‘aunque‘ nos ‘cueste las elecciones‘ legislativas de octubre próximo, al enfatizar que la gente ‘votó por el cambio‘.
Mientras desde la CGT vaticinan un paro contundente con una adhesión total, desde la Casa Rosada insisten en la ‘falta de contenido‘ de la medida de fuerza y advierten que la huelga estará ‘quebrada‘.
El sindicalista Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato de conducción de la CGT, vaticinó que habrá ‘alta adhesión‘ al paro de 24 horas y aclaró que si algunos sectores realizan piquetes, ‘serán inocuos porque no habrá transporte‘, mientras otro integrante de la CGT, Héctor Daer, apeló a ‘la conciencia sindical de los trabajadores‘ para que haya ‘un paro sin violencia’.
Sin embargo, el escenario se perfila como conflictivo por la acción de los piqueteros y partidos de izquierda que ayer confirmaron que durante la medida de fuerza se llevarán a cabo ‘diferentes movilizaciones y cortes en los accesos a la Capital Federal y la ciudad de Buenos Aires. Hasta desafiaron a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que ayer confirmó que habrá un operativo con las fuerzas federales para ‘evitar‘ los bloqueos de tránsito.
En este contexto, el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) hizo ‘responsable al gobierno por las consecuencias que traerá toda acción represiva‘ que se pudiera desplegar hoy para evitar los distintos cortes y hasta lanzaron una velada amenaza: ‘Defendemos el derecho a huelga y las medidas necesarias para hacerlo efectivo‘, manifestó el FIT a través del dirigente del Partido Obrero Gabriel Solano’.
Fue un apriete similar al lanzado el martes por el jefe del Sindicato de Peones de Taxis, Oscar Viviani, que llamó a sus afiliados a ‘dar vuelta los choches de los carneros que salgan a trabajar’ y por el cual estaba citado a declarar ayer pero no asistió y presentó un certificado médico para justificarse -ver página 13-.
Pese a la rebeldía de las organizaciones sociales y militantes de izquierda y el entusiasmo de los gremialistas por la adhesión que tendrá la medida de fuerza, para Bullrich, ‘este paro ya está quebrado, porque una gran parte de la sociedad no lo quiere‘, por lo cual señaló que se ‘trabajará a partir del diálogo para que no se corten los accesos‘ y que los ciudadanos que quieran circular libremente preservando la seguridad de todos.
A la medida de fuerza, que se extenderá por todo el país, adhirieron gremios del transporte como colectivos, taxis, trenes, subte y aviones, además de servicios como bancos y recolección de basura, mientras tampoco estarán abiertas las puertas de los hospitales y las escuelas.
La ministra Bullrich y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunciaron que habrá despliegue de fuerzas de seguridad para que quienes quieran concurrir a trabajar, puedan hacerlo. ‘El objetivo es amedrentar al que quiere ir a trabajar con libertad. Nosotros queremos que la gente que quiera trabajar, pueda llegar‘, afirmó Bullrich.
Por su parte, el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, uno de los más duros frente al Gobierno, sostuvo a Télam que el presidente Macri ‘es el principal responsable‘ de la protesta por ‘no dar respuesta a los reclamos de los trabajadores y sí a los sectores concentrados de la economía‘.
Más conciliador, el secretario gremial de la CGT, Pablo Moyano, aseguró hoy que la central obrera le dará al gobierno ‘15 o 20 días‘ para que responda a las demandas del paro general de mañana y adelantó que, si existe una convocatoria al diálogo, ‘la CGT va a participar‘. De todos modos, señaló la importancia de que la eventual convocatoria a una mesa por parte del gobierno ‘sea para hablar de los reclamos y las soluciones, y no para la foto y para hablar de fútbol‘.
Docentes de UDA y AMET no quieren paro
Más del 70% de los maestros bonaerenses encuestados por los sindicatos UDA y AMET, que integran el Frente de Unidad Docente, votó para que no vuelvan los paros y que la metodología del reclamo salarial sea a través de ‘acciones semanales y actividades en las escuelas‘.
El resultado, al que accedió DyN, se desprende de las encuestas que realizaron lunes y martes las seccionales bonaerenses de la Unión de Docentes Argentinos (UDA) y la Asociación de Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET), que también fueron efectuadas por Suteba, FEB y Sadop. Las encuestas, que se llevaron a cabo en escuelas públicas y privadas de la provincia, permitieron a los docentes opinar sobre la metodología de protesta de los gremios en el marco de la continuidad del plan de lucha por aumentos salariales.
Impacto en San Juan
El impacto del paro en San Juan tendrá dos caras: Los maestros, estatales de la administración pública nucleados en ATE y UPNC y el transporte público de pasajeros, entre otros, paran. Mientras, el comercio, los supermercados, las grandes cadenas y shoppings abrirán normalmente. Y también se venderá combustibles.
Los docentes de UDAP, UDA y Adicus adhirieron al paro y no habrá clases en las escuelas primarias y secundarias de gestión estatal, tampoco en los niveles medio y superior de la UNSJ.
Tampoco habrá atención en los bancos públicos ni privados y como paran los camioneros no habrá reposición de dinero en los cajeros automáticos.
Tampoco habrá unidades de transporte urbano de corta, media y larga distancia, según informaron desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Y por esa razón tanto los trabajadores del sector estatal como del privado, docentes y alumnos, tendrán dificultades para llegar a sus trabajos y a las escuelas. En los hospitales habrá guardias mínimas para atender sólo los casos de emergencia.
Viviani no puso la cara
El titular del Sindicato de Peones de Taxis, Omar Viviani, no se presentó ayer ante el fiscal de la Cámara Contravencional y de Faltas porteño, Walter Fernández, al alegar un cuadro de ‘hipertensión y problemas cardiovasculares‘, por lo que su declaración para explicar su llamado a ‘dar vuelta los coches‘ de los taxistas que no se adhieran al paro general de hoy se postergó para mañana.
Según informó la Secretaría de Prensa del Ministerio Público Fiscal a los periodistas presentes en la fiscalía, un abogado de Viviani presentó un certificado médico en el que se recomienda ‘reposo por 48 horas, por hipertensión y problemas cardiovasculares‘, por lo que se pospuso la citación para mañana, a partir de las 14.
Viviani fue imputado por el delito de ‘amenaza coactiva agravada‘, que según el artículo 149 del Código Penal impone una pena de 5 a 10 años de prisión a ‘aquellos que tuvieren como propósito el de compeler a una persona a hacer abandono del país, la provincia o los lugares de residencia habitual o de trabajo‘.
Fernández sostuvo en diálogo con radio La Red, que el haberse retractado, más tarde, públicamente, sirve de ‘atenuante’ aunque remarcó ‘que la disculpa no borra el delito’.