En su parte diario, el vocero de la Armada Argentina, Enrique Balbi, admitió que “se está dificultando la posibilidad de encontrar en el lecho marino” al submarino ARA San Juan.
Balbi le dio la palabra al Capitán de Navío Ariel Troisi, del Servicio de Hidrografía Naval del Ministerio de Defensa. El especialista explicó que en la zona de búsqueda está el sistema de cañadones submarinos Almirante Brown, al que describió como “una montaña con cañadones muy abruptos”. Además detalló que hay allí “siete cañadones submarinos grandes, con sus tributarios”, con anchos muy variables (de 200 metros a 1 kilómetro) y que aumentan la profundidad en forma abrupta, hasta 200 metros más de lo que se registra en la zona. Esas formaciones provocan “rebotes y falsos ecos”, a lo que se suma la existencia de “afloramientos rocosos” compatibles con la forma del submarino, explicó Troisi.
“La zona de búsqueda está eminentemente ubicada en lo que llamamos talud superior, talud medio”, similar a una “cordillera invertida”, tiene una pendiente de dos grados y “canalones” que
pueden tener desde “una decena de metros hasta 200 metros” de profundidad, detalló Troisi durante un parte oficial.
La irregularidad del terreno empeora “el rendimiento de los sensores”, añadió Troisi. “Algunas cosas se pueden ver y de otra dirección quedan enmascaradas” y el sensor “puede encontrar un objeto compatible con lo que uno esta buscando y no ser lo que uno busca sino ser simplemente un afloramiento rocoso”, continuó.
En el mismo balance, el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, aclaró que buscan un “contacto”, del que todavía no saben “si es metálico o no” y que “había sido corroborado como
objeto a través del (buque) Cabo de Hornos a través de su sonda”.
El buque estadounidense Atlantis investigará “un nuevo contacto” detectado en la búsqueda del submarino ARA San Juan en aguas del Atlántico sur, informó Enrique Balbi. De esa manera hizo referencia a un objeto detectado al sudoeste del centro de la zona del rastrillaje.
El Atlantis es una pieza clave para la búsqueda ya que lleva consigo el Curv-21, un vehículo no tripulado que puede sumergirse hasta los 6.000 metros de profundidad, al igual que los minisubmarinos rusos que también han sido llevados a la zona a bordo del buque Yantar, de ese país.
Por otro lado, Balbi dijo que se trata de “un indicio más” de los reunidos por la Armada, al hacer alusión al informe de la Oficina de Inteligencia Naval de Estados Unidos, publicado ayer por el diario La Nación, según el cual hubo una explosión “corta y mortal” en el submarino.
El informe concluye que el submarino de la Armada “se hundió verticalmente a una velocidad de entre 18 y 24 kilómetros por hora” y que su casco “fue completamente destruido en 40 milisegundos”, con lo cual “la muerte fue instantánea”. “No hemos descartado nada, pero no deja de ser el informe de un especialista en hidroacústica”, señaló Balbi en referencia a Bruce Rule, autor del informe.
Al ser preguntado al respecto, el vocero de la Armada reconoció que tienen en cuenta esa teoría pero insistió en que es una “opinión personal” al no haber pruebas.
¿Sobornos?
Dos empresas alemanas que suministraron baterías del ARA San Juan se encuentran bajo sospecha de haber pagado sobornos para lograr el contrato y de haber ofrecido piezas de calidad inferior, según la cadena pública alemana “Bayerische Rundfunk”.
Fuente: Télam y Efe