La Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) le reclamó a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) que desista de acusar a la ex presidenta Cristina de Kirchner por la firma del Memorando de Entendimiento con Irán.
“Consideramos que mantener esa querella es perjudicial para la comunidad en general y afecta en particular a la AMIA en su gestión específica”, aseguraron los principales directivos de la AMIA en una carta enviada al presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits.
“La revisión de esa terrible decisión de política exterior (por la firma del documento) y su reversión histórica corresponden a toda la sociedad argentina y sus representantes”, subrayaron, en referencia a que la Justicia penal ya no debería ser la vía resarcitoria.
"Es imperioso reforzar los mecanismos para mantener absoluta independencia de todas las instancias centrales de la comunidad judía de los partidos o grupos políticos”, concluyeron, en lo que se puede interpretar como una mención a los aceitados vínculos entre la DAIA y los dirigentes de Cambiemos.
La nueva postura se adoptó en la última reunión de Consejo Directivo del martes 15 de enero pasado y la notificación a la DAIA fue fechada el 22. La carta fue firmada el vicepresidente 1° de la AMIA, Ariel Eichbaum, y el secretario general de la entidad, Darío Fernan Curiel.
El titular Agustín Zbar no la suscribió porque en ese momento se encontró de viaje por Israel para participar de los homenajes a Alberto Nisman, el autor de la denuncia contra Cristina que originó la causa penal por el segundo encubrimiento del atentado a la mutual, que ahora parte de la comunidad judía pide dejar sin efecto.
La solicitud llega poco después que el exsenador radical Mario Cimadevilla acusó al presidente Mauricio Macri y al ministro de Justicia, Germán Garavano, de dar blindaje político a "amigos" implicados en el primer encubrimiento del ataque terrorista.
El extitular la disuelta Unidad Especial de Investigación AMIA denunció connivencia con ex fiscales "amigos" que en su momento fueron querellados por el Estado, como Eamon Mullen y José Barbaccia.
Cimadevilla iba a denunciarlos junto al ex jefe de la Policía Jorge "Fino" Palacios y al juez Juan José Galeano, pero no pudo concretarlo. "Yo tenía que elevar los alegatos para acusar por encubrir. Estaban el juez Galeano, fiscales y miembros de la Policía. Yo pedí que la querella del Estado acuse a todos. Pero Garavano no quería. ´Mullen y Barbaccia son amigos, no se los puede acusar´", recordó Cimadevilla en una reconstrucción del diálogo que habría mantenido con el ministro de Justicia.