La Justicia resolvió, por ahora, que Cristina Fernández sea juzgada por otorgar con sobreprecios la construcción de rutas patagónicas a Lázaro Báez , y que el empresario, a su vez, enfrente otro juicio diferente por lavado de dinero.
Así lo resolvió la Sala IV de la Cámara de Casación, en sintonía con el dictamen del fiscal Raúl Pleé.
Los jueces Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Ana María Figueroa resolvieron que el Tribunal Oral Federal N° 2 sea el que juzgue la causa de Vialidad (en la que se encuentra imputada Cristina Fernández) y que el Tribunal Oral Federal N° 4 juzgue a Báez por la causa llamada la “Ruta del dinero K” o la Rosadita.
Asimismo, los jueces instaron a que los juicios se hagan lo antes posible, imprimiendo celeridad a las actuaciones.
La causa de Vialidad, que investiga a la expresidenta, estudia los contratos para construir rutas que favorecieron a Lázaro Báez y constituyeron el 80% de las obras públicas de Santa Cruz.
En la causa la Rosadita, por su parte, Báez está investigado por sacar del país US$60 millones y lavar al menos la mitad mediante operaciones en el exterior.
Las razones jurídicas de separar las causas son que el delito de lavado de dinero es independiente y que dos juicios separados agilizarían el trámite.
Además, que la causa de las rutas patagónicas es ya conexa con Los Sauces y Hotesur, por lo que no correspondería sumarle un nuevo expediente, que haría inmanejable el juicio oral por la cantidad de hechos y de imputados.