La jura de Sergio Massa como ministro de Economía dejó al descubierto los estrechos vínculos del líder del Frente Renovador con distintas figuras del mundo empresario. Esta tarde, entre los invitados al evento, se pudo ver al exministro del Interior, José Luis Manzano, al ingresar a la Casa Rosada, actual dueño de medios y uno de los socios en Edenor. Cultor de un bajísimo perfil desde que dejó la función pública, donde se convirtió en uno de los íconos de la década menemista, su presencia captó de inmediato la atención de todos: funcionarios, militantes y periodistas.

La última vez que el hombre de negocios se había hecho presente en el Museo del Bicentenario había sido en mayo, cuando el entonces ministro Martín Guzmán flexibilizó el acceso a dólares para inversiones en energía y petróleo. Este martes se pudo ver también a Marcelo Mindlin, propietario de Pampa Energía. Otro de los que dio el presente fue Francisco De Narváez, actual dueño de Walmart y exrival electoral de Massa.

Con el reloj en cuenta regresiva para la asunción del hasta ayer presidente de la Cámara de Diputados, el evento tuvo mucho despliegue y puertas separadas para los invitados.

Mientras algunos privilegiados entraron a la Casa Rosada por una puerta lateral sobre la avenida Paseo Colón, la amplia mayoría de los invitados entró con caos por el portón principal del Museo del Bicentenario. Según constató LA NACION, en el sector VIP una persona verificaba los datos de los invitados de una lista. La capacidad de la sala se vio desbordada, algunos presentes pudieron encontraron asientos, mientras que otros participaron del acto desde los pasillos laterales.

Además de Manzano, Mindlin y De Narváez se lo pudo ver en las primeras filas a Daniel Vila, socio de Manzano en América y en Edenor.

Presencia sindical

El exsecretario general de la UOM Antonio Caló fue uno de los primeros dirigentes en llegar a la jura de Massa en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada. “Hay mucha gente que está de acuerdo con el cambio de ministro, esperamos que tenga el mejor de los éxitos”, señaló el dirigente sindical de los metalúrgicos, en diálogo con LN+. Caló llegó rodeado de empresarios.

En ese sentido, y consultado por los motivos que llevan a la CGT a mantenerse en silencio público a pesar de un contexto económico y social de crisis, Caló sostuvo: “Nosotros, la CGT y los compañeros del movimiento obrero lo hablamos con el Presidente, pero no salimos en los diarios. No nos parece correcto”. Y justificó: “Nosotros tenemos que ver que la situación está difícil, pero Alberto [Fernández] viene de una pandemia, que no es nada fácil, de una deuda externa, de inflación mundial”.

Por su parte, quien fue increpado mientras se disponía a ingresar a la Casa Rosada fue el camionero Pablo Moyano. Al llegar a las inmediaciones de la Casa de Gobierno, Moyano fue asediado por un grupo de personas que comenzaron a insultarlo. Entre gritos, el grupo le exigió al gremialista que abandone la vicepresidencia de Independiente.

Dentro del Museo del Bicentenario, Pablo Moyano, que integrae el triunvirato de mando de la CGT, se ubicó junto con su padre, Hugo Moyano. También asistieron los dirigentes Víctor Santa María, Pablo Flores, Armando Cavalieri y Hugo Yasky, entre otros.

Otras figuras

Otro ex funcionario menemista, ‘Pato’ Galmarini, es también el suegro de Massa y asistió con su actual pareja, la actriz conductora y ex vedette Moria Casán. Jorge Brito, presidente de River, fue otro de los invitados.

Entre líderes sociales, estuvieron Daniel Menéndez (Somos Barrios de Pie), Luis D’Elia, Fernando "Chino" Navarro (Movimiento Evita)

De los actuales integrantes del Gabinete, se observó al ministro de Defensa, Jorge Taiana, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Juan Cabandié, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y al interventor de la AFI, Agustín Rossi. Uno que pasó, como canciller, Felipe Solá.