El fiscal federal Gerardo Pollicita le tomó ayer declaración testimonial a seis testigos vinculados con el hallazgo de un sobre con 10 mil dólares en una oficina de un exfuncionario del Ministerio de la Producción de la anterior administración.
Ayer declaró la persona que encontró el sobre en el cajón de un despacho que funciona en el edificio de oficinas externas del ahora Ministerio de Desarrollo Productivo y aquellos a los que les fue notificado el hallazgo.
El sobre fue encontrado el martes 21 de este mes por un empleado de la cartera que conduce el ministro Matías Kulfas y la denuncia fue presentada el jueves en los tribunales federales de Comodoro Py.
El fiscal Pollicita también solicitó el registro de ingresos al edificio en el que se produjo el hallazgo y las grabaciones de lo captado por las cámaras de seguridad.
Los 10.000 dólares, en tanto, fueron enviados al Banco Nación donde quedarán a resguardo.
El fiscal Pollicita ya cuenta también con el material encontrado que, según la denuncia, consistió en un sobre con los dólares y otro con anotaciones, además de papeles arrugados en el cajón.
La denuncia cayó por sorteo en el juzgado federal 10, a cargo de Julián Ercolini y subrogado durante la feria por la magistrada María Eugenia Capuchetti, que decidió delegar la investigación en el fiscal Pollicita.
El sobre con los dólares fue encontrado en el fondo de un cajón en una oficina que funciona bajo la órbita del exministerio de la Producción, en un edificio ubicado en la avenida Paseo Colón al 200, cuando un empleado del ministerio intentaba cerrarlo.
La oficina estaba adjudicada, según fuentes consultadas, al exsecretario de Coordinación del Ministerio la Producción y Trabajo, Rodrigo Sbarra, quien se desempeñó en ese cargo hasta diciembre pasado.
En el lugar también se habría encontrado otro sobre con anotaciones en los que figuraban cifras en pesos y en dólares, fechas una inscripción que decía "noviembre"- y hasta el nombre de una empresa, según pudo saber Télam.
Al despacho en el que fue encontrado el dinero se accedía con huella digital, tras atravesar dos puertas, estaba vigilado por cámaras de seguridad y contaba con un timbre para quienes no tuvieran acceso directo, según pudo saber esta agencia.