Un fallo en el transporte de energía eléctrica entre las dos principales centrales hidroeléctricas provocó que Argentina se despertara el domingo de Día del Padre, y elecciones en cuatro provincias, con un histórico apagón que dejó a oscuras por varias horas a unas 48 millones de personas simultáneamente: toda Argentina (salvo Tierra del Fuego), todo Uruguay y miles de usuarios de Brasil y Chile.
Anoche el servicio se había restablecido en su totalidad en toda la Argentina.
Aún se desconocen las causas exactas que desencadenaron el colapso a las 7 horas 7 minutos, pero desde el Gobierno reconocieron que se trata de un "hecho grave".
La explicación oficial apunta a que el fallo en la red se originó por un colapso del Sistema Argentino de Interconexión (Sadi), en concreto en una conexión de transporte de electricidad en el noreste del país, cerca de la frontera, entre las centrales hidroeléctricas de Yacyretá, de gestión argentino-paraguaya, y Salto Grande, argentino-uruguaya.
La falla se originó en una conexión de transporte de electricidad en el litoral este argentino, entre las dos principales centrales hidroeléctricas. "Esto activó las protecciones de centrales generadoras, que salieron de funcionamiento y produjeron el apagón", expresó en un comunicado la Empresa Distribuidora Sur (Edesur).
Por ahora, el Gobierno no cree que se trate de un atentado (ciberataque) aunque no descarta ninguna hipótesis de cara a la investigación que tendrá su primer informe dentro de 48 horas y que espera tener concluida en 15 a 20 días.
En rueda de prensa, el secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, explicó que el corte de suministro "se dio en un momento en que no había mayor demanda" y destacó que cuando hay "picos", las reservas de energía son del 11% "y esta mañana estábamos en un 20%". Ese dato será clave en la investigación.
Sólo Tierra del Fuego se salvó de la oscuridad porque la provincia austral no se alimenta del servicio de interconexión nacional -tiene el suyo propio- por tratarse de una isla aislada del continente. En San Juan el corte fue masivo pero terminó antes del mediodía, ya que Cuyo fue la primera región donde volvió el servicio.
El inédito apagón dificultó algunos de lo más importantes servicios, como el suministro de agua, el funcionamiento de semáforos, trenes y subtes. También obligó a cerrar algunos comercios y cancelar reservas en restaurantes y casas de comida en general por el Día del Padre. Y abrió nuevamente el debate -en plena campaña electoral- sobre el plan energético que implicó históricos aumentos de tarifas.
En respuesta al apagón masivo que afectó a la capital Argentina como a gran parte del país, el gobierno de la Ciudad puso en marcha un "plan de emergencia" que contempló, entre otras cosas, la asistencia con grupos electrógenos y cisternas a los hospitales, el reforzamiento de la vigilancia policial, el control manual del tránsito en algunas intersecciones críticas y el rescate de personas atrapadas en ascensores o en pisos altos. Mientras, los aeropuertos de Aeroparque y Ezeiza, los más importantes del país, funcionaban sin grandes problemas con generadores propios.
Mientras las empresas distribuidoras priorizaron el restablecimiento del servicio para los electrodependientes, quienes necesitan la energía eléctrica por cuestiones de salud. Por suerte, desde la asociación que nuclea a las personas en esa condición precisaron que no tuvieron que lamentar ningún hecho fatal por el corte.
En cuanto a los hospitales, se desplegó un plan de emergencias para garantizar la atención de los pacientes, con grupos electrógenos en zonas de terapia intensiva y en quirófanos. Además, el apagón dejó a miles de personas sin agua de red, y Aysa, la empresa pública que suministra el servicio en Buenos Aires, pidió a sus clientes el uso racional del servicio.