Buenos Aries, 14 de julio.- Así lo determinó la Sala Séptima de la Cámara Laboral, que concedió la indemnización por la cesantía al trabajador que durante 17 años y pese a sus carencias de conocimiento, se desempeñó para la firma Granja Tres Arroyos.

Según un fallo conocido hoy, el trabajador ingresó a la empresa el 1º de agosto de 1987 "en la categoría de maestranza (carga y
descarga de cajones de pollos)" y "pese a ser analfabeto la
empresa lo proveyó de licencia para conducir, y un acompañante para poder realizar su tarea de reparto de mercadería".

"Luego de 17 años de contrato de trabajo, la demandada decidió
despedirlo y para ello, puso en sus manos una comunicación
postal, (cuyo contenido era por él desconocido debido a su condición de analfabeto) manifestándole que debía enviarla para así poder cobrar la indemnización correspondiente", explicó la demanda.

Cuando el hombre comprobó que no percibía indemnización alguna
reclamó ante sus ex empleadores, quienes le respondieron que era
él "quien había renunciado a su empleo el 9 de agosto de 2004, y
que por ello nada le debían".

Los jueces descartaron que el empleado haya decidido renunciar
y avalado esa decisión con su firma: "íQuién no sabe que
desgraciadamente mucha gente que no sabe escribir o que lo sabe
deficitariamente, dibuja su firma!", resumieron los jueces.