Folch, a la derecha

 

 

Se trata de los restos de Andrés Folch, uno de los primeros soldados en llegar al archipiélago en 1982. Murió sobre el final del conflicto bélico, durante la batalla de Puerto Argentino, el 14 de junio. En las últimas horas la secretaría de Derechos Humanos de la Nación confirmó que sus restos ocupan una de las más de 90 tumbas que ya fueron identificadas en el cementerio de Darwim.

 

El misil que terminó con la vida de Folch fue el mismo que acabó con la de Julio Cao, otro soldado argentino, identificado hace apenas unas semanas por los especialistas, que intentan a través de un trabajo riguroso rescatar las historias de los soldados, desandar sus últimos pasos y reencontrarlos con sus familias.

 

Tras la confirmación, que tardó 35 años, hay un combatiente argentino menos "sólo conocido por Dios", como rezan cada vez menos placas en las tumbas del cementerio de Darwin. Identificado Folch restan ponerles nombre a sólo 29, de las que 122 anónimas que hubo en un principio.

 

El cuerpo de Folch fue uno de los 122 sin identificar a los que el británico Geoffrey Cardozo enterró tras el final de la guerra. El inglés realizó un detallado registro gracias al que un trabajo ininterrumpido de un excombatiente y de un equipo forense liderado por la Cruz Roja, lograron ponerle nombre a más de 90 de esos caídos.

 

Ahora sus hermanas planean un viaje a las islas para poder estar en el lugar en que hoy descansan los restos de Andrés. Una de ellas viajó en 2003 y estuvo en el cementerio, dejó flores, pero en Darwin sólo cabían preguntas acerca de dónde estaría. Hoy las cosas son diferentes.

 

Folch era conscripto en el regimiento de La Tablada, su familia nunca se enteró de su partida a la guerra, ni de su muerte. Se enteraron de su fallecimiento tras el final del conflicto, después de buscarlo por distintos cuarteles y a través de un suboficial.