A 10 meses de que Lázaro Báez esté en prisión, sus cuatro hijos comenzaron a trabajar una estrategia de defensa conjunta, algo que no se había logrado hasta el momento. Santiago Viola y Claudia Balbin eran quienes representaban a Leandro, Luciana y Melina Báez, que decidieron cambiar de abogados. A Martín -doblemente procesado por lavado de activos- lo defienden Daniel Rubinovich y Rafael Sal Lari.

 

Todos los hijos del empresario K, están imputados por las presuntas cuentas en Suiza con las que se movieron 25 millones de dólares, y tres de ellos serán indagados en la causa Los Sauces SA (inmobiliaria de los Kirchner) a la que Báez pagó en alquiler 7 millones de pesos desde 2009 a 2015.

 

Los Báez estuvieron enfrentados durante meses por las diferencias en la estrategia de la defensa. Con siete abogados representando en diversas a causas al empresario K y a su familia, los hijos piensan diseñar ahora una estrategia conjunta de cara al escenario judicial que se avecina. Luciana, Milena y Leandro (este último intentó sin éxito recusar al juez Sebastián Casanello), tuvieron hasta hoy a Santiago Viola y Claudia Balbin como abogados defensores.

 

“Algunas estrategias y decisiones despertaron desconfianza y se optó por el cambio”, indicaron desde el entorno familiar.

 

Esto fue confirmado por Viola que señaló que “había diferencias en la estrategia de la defensa” y agregó "creíamos que era mejor que aportaran datos".

 

La decisión fue cambiar de abogados y aunque se estaría negociando con el estudio de José Barbaccia, nada está cerrado. Sin embargo, decidieron que quieren que los nuevos abogados se reúnan con la defensa de Martín Báez “para trabajar en una estrategia conjunta”, remarcaron allegados a la familia Báez.

 

Rubinovich y Sal Lari continúan defendiendo a Martín después de renunciar a la defensa de Lázaro Báez quien en diversas oportunidades “tomó decisiones inconsultas”, como expresaron en varios escritos. El mayor de los hijos varones del empresario K, es el más complicado de los hermanos Báez: embargado en 800 millones de pesos en "la ruta del dinero K" por orden de Casanello, tiene un doble procesamiento por lavado de dinero y otro por retención indebida de aportes patronales.

 

Los tres hijos que permanecen en Río Gallegos y que tienen prohibida la salida del país, están investigados e imputados por el juez Casanello después que la Unidad de Investigación Financiera (UIF) detectó una serie de cuentas en Suiza de las que serían titulares y/o beneficiarios, con las cuales se movieron 25 millones de dólares.

 

Además Luciana, Leandro y Martín deben declarar ante el juez Bonadio en la causa Los Sauces SA. Los hijos de Báez figuran como autoridades de las empresas que celebraron contratos de locación con la inmobiliaria de Cristina Kirchner, garantizando 7 millones de pesos en seis años, lo que representó el 23 por ciento de la facturación de la firma. Además el mayor de los hijos varones, firmó 93 cheques la mayoría de ellos dirigidos a Máximo Kirchner, administrador de la inmobiliaria.

 

Ante la renuncia de la defensa, los tres hijos de Báez podrían pedir una prórroga para la indagatoria ante Bonadio.

 

Martín, Luciana y Leandro ingresaron al negocio familiar de muy jóvenes: directores, accionistas y con firma autorizada figuran en gran parte de la documentación que es materia de investigación tanto en la causa por corrupción en la obra pública como en la de lavado de dinero. Millonarios a raíz del imperio de propiedades que construyó Báez (2.547 millones de pesos), no escapan de los cargos e inhibiciones generales de bienes.

 

Fuente: Clarín