Los viajes de los argentinos al exterior continuaron aumentando en 2016 y la llegada de turistas al país cayó por segundo año consecutivo, pese a la devaluación, de acuerdo con un relevamiento de la consultora Ecolatina.
‘Desde la imposición del cepo, el déficit del turismo internacional se convirtió en una de las principales fuente de salida de divisas: entre 2012-2015 se perdieron U$S 27.220 millones en el mercado formal.
Esta cifra supera incluso el rojo del sector energético acumulado en dicho período (U$S -23.450 millones)‘, indicó el informe. Agregó que ‘tras el sinceramiento cambiario, la sangría de dólares por turismo se recortó levemente, ya que en 2016 el déficit del sector se redujo a U$S 7.660 millones, cuando el año anterior había sido de U$S 8.400 millones (-9% anual)‘.
‘Sin embargo, dicha mejora responde exclusivamente a una mayor liquidación de los dólares en el mercado formal, ya que los viajes de los argentinos al exterior continuaron aumentando en 2016 y la llegada de turistas al país cayó por segundo año consecutivo‘. Detalló que ‘en los primeros once meses de 2016, la cantidad de extranjeros que ingresó al país se redujo 2,5% respecto de igual período de 2015 (pasó de 2,1 millones, a 2,03 millones)‘.
Ecolatina indicó que ‘particularmente, la llegada de turistas brasileños cayó 10% interanual, marcando un mínimo que sólo fue superado en 2009. Pese al abaratamiento relativo de nuestro país en (el tipo de cambio bilateral se ubicó 13% por arriba del promedio de 2015), la situación crítica del país vecino y, en menor medida, el fin de la brecha (desapareció la ventaja de traer divisas al país) impactaron negativamente‘.
Los argentinos que recorrieron el mundo pasaron de 2,6 millones en los primeros once meses de 2015, a más de 3,1 millones en igual período de 2016 (+16,5% ).
De acuerdo con el análisis, parte del mencionado crecimiento del turismo emisivo de 2016 estuvo vinculado al arrastre que dejó el último año de cepo: a fines de 2015 muchos argentinos anticiparon la compra de pasajes y paquetes para aprovechar la inminente desaparición del dólar barato. De hecho, observó una dinámica diferenciada del turismo emisivo entre la primera parte del año y la segunda: mientras que el gasto en el exterior de los argentinos aumentó 12,5% en el primer semestre de 2016, en los últimos seis meses se contrajo casi 8%, conforme a los datos del BCRA.
‘En definitiva, pese a los esfuerzos hechos por corregir las distorsiones del frente cambiario, en 2016 no hubo una mejora significativa del déficit del turismo internacional, lo que tampoco tendría lugar este año ya que el tipo de cambio volvería a atrasarse, lo que la recomposición del salario en dólares mediante, reforzaría los incentivos a viajar al exterior‘, concluyó.