Un estudio detectó componentes orgánicos de petróleo considerados de alto riesgo cancerígeno en las playas ubicadas en el sur de la ciudad de Mar del Plata y pone en alerta a los visitantes.

Con el objetivo de conocer los efectos contrarios ambientales que produce el vuelco de descargas pluviales en las playas y, consecuentemente, en sus visitantes , un grupo de docentes y estudiantes de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) regional Mar del Plata, recolectó de forma periódica y posterior a una precipitación entre 2016 y 2017 muestras de sedimento en tres playas del norte, centro y sur.

El resultado de las muestras permitió identificar componentes orgánicos de petróleo y sus derivados, considerados de alto riesgo cancerígeno, en la playa del sur – próxima al Puerto – donde los puntos de descargas de los sistemas de drenaje pluvial caen directamente en la arena seca. En el resto de los sectores analizados también se detectaron hidrocarburos de petróleo y derivados, pero en concentraciones por debajo de lo admisible.

Asimismo, más del 80% de las muestras de sedimento analizadas registró valores de concentración bacteriana superiores a los valores admisibles para considerar un espacio litoral apto para uso humano. El informe determinó que las aguas de descarga pluvial constituyeron un factor importante en la provisión de la contaminación microbiológica de la arena de las tres playas seleccionadas.

Según informó 0223, los investigadores llegaron a la conclusión que cuanto más abundante era el volumen de lluvia caída, mayor fue la acumulación de las colonias de bacterias, al igual que los componentes del petróleo en la arena de estas playas. En cuanto a la temperatura, los registros más bajos favorecieron la permanencia de los hidrocarburos y sus derivados, mientras que los más elevados permitieron una mayor supervivencia de las colonias bacterianas de origen fecal. Esto último señala un riesgo a la salud de aquellos que las visitan con frecuencia durante la temporada estival.

En Argentina no existe normativa en vigencia que determine los valores límites desde el punto de vista microbiológico para considerar al agua de mar como tampoco para su franja emergida apta para uso humano, como tampoco existe una guía de referencia nacional que permita caracterizar el suelo de un espacio recreativo, respecto a los valores límites de concentración de los contaminantes derivados del petróleo.